Nadie, en la realización de un gran sueño o en la búsqueda de una conquista material, sea cual fuere, puede decir ilusionada: “¡Aleluya!”. Pero, el día en que esa persona sea poseída por el Espíritu Santo, ahí sí podrá decir: “¡¡¡Aleluya!!!”
Porque el Espíritu Santo está por encima de cualquier realización de sueños, por encima de cualquier bendición material, cualquiera que sea.
Porque ese momento es tan especial, glorioso y maravilloso que nada se comprar a lo que el ser humano recibe ese día.
Claro que, para que eso suceda, tiene que haber una entrega. Y eso requiere sacrificio.
¿Qué es más fácil: la conquista material, la realización de un sueño personal o la conquista espiritual? Queda claro que es la conquista material.
Si para conquistar lo material, qué es más fácil, la persona hace el sacrificio que hace, ¡imagine para conquistar lo espiritual, qué es más difícil!
Si en lo que se refiere a bienes materiales, no se sacrifica por el cambio de vida, imagine el sacrificio que debe hacerse para un cambio de vida. Eso es lo que sucede cuando la persona está poseída por el Espíritu Santo.
A partir de ese día, nadie va a preguntarle: “¿Dónde está su Dios?” ¡Porque Él se verá en usted!
Ni siempre mostramos a Dios a través de una conquista o de un milagro, pero Dios siempre se ve en la vida transformada de los poseídos por el Espíritu Santo.
A partir del día 28/03/2011, estaremos en ayuno durante 21 días para el recibimiento del Espíritu Santo.
Día 17 de Abril, el Día de la venida del Espíritu Santo.