Sepa cuál es el propósito espiritual de este gran movimiento de fe
Muchos de nosotros deseamos cambiar nuestra manera de pensar, actuar, hablar, o comportarnos, pero no siempre logramos ese cambio tan esperado en nuestro interior: eso que nos haga una persona diferente, con nuevos pensamientos y actitudes. ¿Cuál será la razón?
La culpa no siempre es nuestra. Los medios de comunicación, por lo general, influencian mucho en el carácter del individuo. Son las famosas ficciones presentadas diariamente a través de novelas, películas, canciones, diarios y programas de televisión en general, que hacen que nosotros, los receptores, seamos manipulados o afectados por actitudes y pensamientos diariamente impuestos. Mientras tanto, no es eso lo que Dios anhela para nuestra vida. El quiere que pensemos por nosotros mismos y razonemos sobre las cosas que suceden en este mundo, y, principalmente, sobre nuestra propia vida.
Sin embargo ¿Cómo llegar a pensar así? ¿Cómo saber lo que Dios quiere para nuestra vida? Y ¿cómo estar más cerca de Él, si estamos contaminados con tanta información innecesaria, y que nada añadirá a nuestro crecimiento?
Fue por esta razón que nació el ayuno de Daniel. Para que tengamos la mente más libre, más abierta para las cosas espirituales y, estar más cerca de los pensamientos y deseos de Dios.
Cuando el profeta Daniel se sintió amargado por la situación que vivía junto al pueblo, decidió hacer el ayuno. Y durante 21 días no se alimentó de comida deseable, como carne, vino y todo lo que comía el rey. (Lea Daniel 9 y 10) Esto indica que Daniel sacrificó en pro de la respuesta de Dios.
Teniendo como referencia este propósito, hoy, el mayor sacrificio no es el ayuno de alimentos; la comida deseable actual que dejaremos de consumir, son las noticias e informaciones, entretenimiento, música, televisión, en fin. Porque nuestra mente, acostumbrada a los placeres de este mundo, pasará por una limpieza, lo que la hará más pura y más sincera.
Beneficios del Ayuno
Cuando usted participa de la Campaña, va a ver que toda la religiosidad hasta ahora presente en su vida, desaparecerá: porque usted no va a pensar más como este mundo, sino que estará apto para discernir lo que es bueno y lo que es malo para su vida natural y espiritual. En otras palabras, usted será la propia bendición. Y donde quiera que vaya llevará esta virtud con usted.
El ayuno de Daniel es una gran oportunidad para quien aún no nació de Dios y quiere tener un encuentro con Él, también lo es para aquellas personas que anhelan un crecimiento espiritual aún mayor del que ya poseen. Es, en el momento del Bautismo del Espíritu Santo, que nos damos cuenta cuán inmaduros éramos, y cuán dependientes de los demás estábamos cuando el tema era nuestra propia vida espiritual.
Asimismo, a partir del momento en que recibimos este Sello Divino, somos capaces de determinar la frustración de todo el plan diabólico sobre nuestra vida, y tendremos autoridad suficiente para ordenar que todos nuestros problemas desaparezcan.
La Campaña comenzará el 1º de agosto y terminará el 21 de agosto
21 Días del Ayuno de Daniel
El primero de agosto dio comienzo la Campaña de 21 días del Ayuno de Daniel. Este propósito fue realizado por primera vez, en la primera parte de este año, durante el período del día 28 de marzo hasta el día 17 de abril, que dio resultados maravillosos en la vida de quien se lanzó de cuerpo, alma y espíritu. Esta fe que millones de personas fueron bautizadas con el Espíritu Santo, inclusive muchos niños tuvieron una experiencia extraordinaria con Dios.
Muchos que dejaron de ver la televisión, acceder a Internet y alimentar el alma con entretenimientos recibieron el sello divino y el avivamiento del Espíritu de Dios.
El Ayuno de Daniel es una gran oportunidad para quien aún no nació de Dios, y quiere tener un encuentro con Él. También lo es para aquellas personas que anhelan un crecimiento espiritual aún mayor de lo que ya tienen. Es con el Bautismo del Espíritu Santo que nos damos cuenta lo inmaduro que éramos, y cuán dependientes éramos de los demás cuando se trataba de nuestra propia vida espiritual. Por todo eso, para tener esta transformación, participe de la campaña y luche para recibir el sello de Dios.