Frecuentar las reuniones de la iglesia es muy importante. Sin embargo, tan importante como eso es practicar en las calles lo que se enseña dentro de la iglesia.
Muchas personas, por diversas razones, se olvidan de reflexionar sobre sus actos y tienen actitudes que no coinciden con el ejemplo dado por el Señor Jesús.
Por eso, el Universal.org.ar enumeró 4 hábitos que muchos tienen, pero que deben eliminarse si la persona quiere realmente ser una seguidora de Cristo. Lea a continuación:
1 – Mantener la fe pasiva
La fe se prueba con hechos. Aquel que no practica lo que lee en el Evangelio no está manteniendo su fe viva. La Biblia pregunta: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”
Y responde: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” Santiago 2:14 y 26.
Eso significa que todos sus actos deben ser pensados con el ejemplo de Jesús. En su blog el obispo Edir Macedo destaca: “La creencia exige práctica. Si no hay práctica de la voluntad (Palabra) de Dios, entonces no hay creencia.”
2 – Pelear indirectamente
Muchos no llegan a los “golpes físicos”, no insultan al otro, pero aún así, se involucran en críticas. Ejemplo de eso son las indirectas enviadas por las redes sociales: “La fuerza de tu envidia es la rapidez de me mi progreso” y cosas semejantes.
El sentimiento que impulsa reacciones como esas afecta no solo a quien se dirige el comentario sino sobre todo a sí mismo.
Pablo le recomienda a los colosenses: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” Colosenses 3:12,13.
Alguien que envía indirectas ofensivas ¿perdonó y está revestido de mansedumbre y humildad?
3 – Juzgarse superior
De vez en cuando vemos a un cristiano criticando la denominación de otro cristiano; o escuchamos hablar mal de personas que no son cristianas. Sin embargo, cuando hacen eso, están olvidándose de lo que dice la Biblia: “¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.” Romanos 3:29
Dios concede la Salvación para quien la conquista. Sin embargo, la misma oportunidad de conquistarla tiene quien nació hijo de Israel o quien nació gentil. Él es el Dios Único, que no hace acepción de personas por sus orígenes, sino por sus hechos.
Vestirse de orgullo y arrogancia y criticar al otro, en vez de presentarle la Palabra de Dios, es desperdiciar una oportunidad concedida por Él. Peor que todo eso, es abrir el camino para otros errores.
“El orgullo es la fuente de todos los pecados” afirma el obispo Edir Macedo. “Él aparece en los lugares más insospechados. Muchos conocimientos pueden convertirlo en una persona orgullosa, e incluso la ignorancia también puede ser la fuente de orgullo para otra persona. No hay pecado o error humano que pueda ser peor o más perjudicial.”
4- Ser cristiano de la puerta dentro
¿Usted es la misma persona dentro de la iglesia y dentro de casa? ¿Y fuera de casa, en el tránsito, en la fila del banco? Su relación con su familia, amigos y la sociedad en general es lo que mostrará si usted sigue lo que se enseña en la Biblia.
Cuando la persona compra productos piratas, por ejemplo, está de acuerdo con un crimen. ¿Y cuando esparcen chismeríos?
En un video, el obispo Macedo afirma que “aquellos creyentes mentirosos, aquellos creyentes que adulteran, aquellos creyentes que viven en el robo y en la prostitución, en la corrupción, en la mentira, que le buscan la forma para intentar prevalecer sobre los más débiles” son creyentes porque creen, pero no son cristianos, pues no siguen el ejemplo de Cristo.
Jesús advirtió: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.” Mateo 23:27
“¿Qué sucede si el embajador desobedece la orden de su gobernante? Inmediatamente es removido de su autoridad y otro asume su lugar. También se da en relación a los que están en contra de la voluntad de Dios, son considerados rebeldes e, inmediatamente, removidos, ” concluye el obispo.
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