En el mundo en el que vivimos, muchos creen que la garantía del éxito está en tener un cuerpo perfecto, porque él podrá abrir puertas para el éxito financiero, sentimental y económico. Lo que las personas se olvidan, o desconocen, es que las conquistas tan deseadas vendrán cuando ellas le presten atención más para lo que está del cuello para arriba que lo que está del cuello para abajo. Eso porque el conjunto de recursos que tenemos a nuestro favor está en nuestra cabeza. Pero es necesario usarlos bien si quisiéramos tener éxito en todo lo que hagamos.
Vea abajo cuáles son los 4 cuidados básicos que lo ayudarán a mantener la fe arriba y alcanzar lo que desea:
Jesús dijo, en Mateo 6:22-23: “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.” Solo existe una cosa capaz de iluminar la vida de una persona: la visión. Pero no la visión física, sino la espiritual. La forma como usted observa todo lo que está a su alrededor es lo que hace la diferencia. Si delante de un desafío usted ve problemas en vez de oportunidades, su visión está comprometida. O tal vez, el problema no esté en la forma en cómo ve a los otros y si en cómo se ve a sí mismo. Si usted se cree una persona pequeña, inferior, llena de defectos, ¿cómo espera que los demás valoren sus cualidades, si ni usted cree en sí mismo?
Entienda que Dios, que es perfecto, no nos ve como personas pequeñas, sino como dominadores. Entonces ¿por qué seguir sintiéndonos inferiores? “Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies.” Salmos 8:5-6
Todos los infortunios a los que estamos sujetos hoy, comenzaron con una palabra que Eva oyó en el Paraíso. Ella estaba en el jardín y puso atención a las palabras de duda de la serpiente. Después de eso ella pasó a ver lo que no debería, terminó tocando en lo que estaba prohibido por Dios y fue expulsada de Edén, con Adán. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Génesis 3:6
Así también hay personas que están sufriendo consecuencias negativas porque prestaron atención a las palabras de derrota. Están aquellos que creyeron tanto en el consejo negativo que recibieron de alguien, que desistieron del ramo profesional, de estudiar en la facultad, casarse, en fin, se pararon en el tiempo. Por eso, es importante filtrar bien lo que se oye. No podemos dejar entrar cualquier cosa en nuestro corazón, porque lo que entra por los oídos se vuelve pensamiento. Después se transforma en actitud, y dependiendo de la elección, puede comprometer negativamente nuestra vida, para siempre.
La palabra dicha es igual a piedra tirada, no tiene vuelta atrás. Cuando usted dice algo negativo, no imagina el impacto de esa actitud, tanto para quien oye como para su propia vida. La palabra tiene poder. El pueblo de Israel sabía bien sobre eso. El viaje de Egipto hasta la Tierra prometida, que debería durar aproximadamente 40 días, se extendió por 40 años. Sin contar que la generación que salió de Egipto no entró en la nueva tierra, todo porque estuvieron murmurando y reclamando. “todos los que vieron Mi gloria y Mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído Mi voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que Me han irritado la verá.” Números 14:22-23
Dios espera que seamos fuertes, principalmente delante de las adversidades. Él pide que el débil diga que es fuerte y garantiza que todo es posible al que cree. Siendo así, saque de su vocabulario las palabras de desánimo, negativas y de dudas. Esto le traerá beneficios.
La mente humana es el mayor campo de guerra del mundo, todos los días se pelea una batalla nueva dentro de nuestra cabeza. Es lo lícito luchando contra lo ilícito, lo correcto luchando contra lo incorrecto. Cuando el hombre traiciona a la esposa, por ejemplo, la traición no comenzó en el acto sexual, sino con un pensamiento que creció y se convirtió en una actitud. La corrupción también comienza así. De la misma forma que la victoria, la superación, el éxito, todo lo que es bueno también. Cuando la persona piensa en superarse, en buscar ayuda de Dios para conquistar, en no desistir, ella toma actitudes en relación a lo que pensó y obtiene el resultado esperado.
Piense positivo y actúe según lo que pensó. Con seguridad, la materialización de su pensamiento sucederá en menos tiempo de lo que se imagina.
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