La infidelidad no es la mayor causa de divorcios. Es eso lo que señala una investigación de la consultora británica Grant Thornton con 101 abogados. De acuerdo con el 27% de las parejas, el principal motivo de la separación actualmente es la “desaparición del amor”.
Los abogados entrevistados afirman que las parejas simplemente se distancian, al punto de perder la alegría por la compañía uno del otro, sintiéndose privados de la libertad y, consecuentemente, hiriéndose mutuamente. Y las parejas no están dispuestas a llevar adelante matrimonios infelices.
Usted ya vio aquí en el Portal Universal.org.ar las 5 actitudes del hombre que destruyen a la mujer, que la hace infeliz. Ahora, veamos las 5 actitudes femeninas capaces de terminar una relación:
1- Ser perezosa
Claramente un buen funcionamiento del hogar es responsabilidad tanto del hombre como de la mujer, pero la Biblia dice, en proverbios 31.27, que la buena esposa “Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde.” Es bueno seguir ese consejo.
2 – Imponer su voluntad
Nadie logra vivir con una mujer inflexible a su lado. La que es mandona, que no escucha consejos y da poco valor a la opinión del compañero, tiende a volverlo infeliz. Subestimar las ideas del esposo es socavar su confianza y, consecuentemente, minar la relación. Por eso, el apóstol Pablo aconseja: “Someteos unos a otros en el temor de Dios” Efesios 5:21
3- Reclamar en exceso
Un estudio realizado por la Universidad de Standfor (Estados Unidos – EUA) reveló que 30 minutos diarios de reclamos – ya sea haciéndolos o escuchándolos – pueden damnificar el cerebro del ser humano, dificultando la resolución de problemas, distrayendo el funcionamiento cognitivo y perjudicando la memoria. Todo eso con media hora de reclamos por día. Imagínese una persona casada con una persona que reclama constantemente.
Por otro lado, la Universidad de Illinois (EUA) publicó una investigación que un optimista tiene el doble de oportunidad de poseer un corazón saludable en relación a alguien negativo. Anteriormente, Harvard (EUA) ya había llegado a la misma conclusión, alertando que el optimismo mejoraría la salud.
La Biblia dice, en Proverbios 31:26, que la buena esposa “Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua”.
4- Ser vanidosa
Diversos pasajes bíblicos resaltan el hecho de que la belleza interior sea más importante que la exterior. Una de ellas, en especial, está dirigida a las mujeres casadas: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.” 1 Pedro 3: 3-4
Es necesario conocer el límite de la búsqueda de la belleza estética. Muchas mujeres son capaces de sufrir, dejar de comer, de dormir y gastar ríos de dinero en búsqueda de la “perfección”. Si ellas se sacrifican a sí mismas, seguramente sacrificarán al esposo y a la relación también.
“¿Usted cree realmente que de esa manera, por medio de la belleza, y solo por la belleza, va a conquistar a su marido, su príncipe encantado? Si usted piensa así, está equivocada, porque no debemos darle prioridad a la belleza”, afirma la escritora y conferencista Cristiane Cardoso.
5 – No creer
Grandes hombres cuentan con grandes esposa para apoyarlos. Abraham fue acompañado por Sara. Rebeca inspiró e incentivó a Isaac. María fue virtuosa y jamás dejó de creer en José. En los tres casos, las esposas creyeron y le dieron fuerza a sus compañeros, incluso cuando la situación era difícil.
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