Tal vez usted nunca pensó en eso de esta manera, pero ya que estamos en una misión de ir de lo incorrecto a lo correcto, no podía dejar de tocar este tema.
Como ya hablamos, equivocarse persistentemente es un vicio. Y todo vicio involucra a nuestro ser – cuerpo, alma y espíritu. Un ejemplo simple sobre eso: fumar. Ese vicio involucra al cuerpo (comprar el cigarrillo, encenderlo, aspirar el humo), al alma (la sensación de bien estar) y al espíritu (la justificación del acto, por más irracional que sea). Todo vicio sigue ese proceso. Involucra a la persona entera.
Entonces, si usted quiere dejar de equivocarse, necesita actuar y desintoxicarse del error en estas tres áreas. Vamos a ver un ejemplo de cómo eso se puede aplicar en la práctica.
Supongamos que su error sea no lograr perdonar una traición. Ustedes están intentando reconstruir una relación pero usted no logra confiar. Su error alcanza a tres partes propias:
*Espíritu: Usted vive recordando lo que sucedió; siempre que su compañero está lejos de sus ojos usted está imaginando lo peor. Su fe en la relación esta abatida y duda si van a lograr superar lo sucedido.
*Alma: Alimentada de malos pensamientos del espíritu, el alma reacciona y desarrolla los perores sentimientos. Rabia, tristeza, depresión, odio, deseo de venganza, rencor.
*Cuerpo: físicamente usted demuestra lo que está por dentro. Se aleja de su compañero; reacciona con frialdad a sus intentos para aproximarse; dice palabras acusatorias; verifica el celular siempre que puede; asume una postura grosera, ruda o indiferente. Su cuerpo está literalmente cerrado a su compañero.
Por lo tanto, si quiere dejar de equivocarse, tiene que comenzar por el principio de la lista, por el espíritu. Esa es la parte más difícil, y también la que traerá más resultado que las otras. Arregle el espíritu, y el alma y el cuerpo acompañarán. Es por eso que la fe, nuestra fuerza espiritual, es tan eficaz en la transformación de las personas y de las relaciones. Sí, hay cosas que el amor no logra cambiar. Solo la fe. El amor actúa solo en el alma. Pero la fe actúa en todo el ser de la persona.
Reúna todos sus esfuerzos: físicos, emocionales y espirituales. Deje de equivocarse en cada uno de ellos. Usted hará un cambio radical en su vida y en su relación.
Pd: Si quiere ayuda para cambiar de cuerpo, alma y espíritu, comience a participar de la Terapia del Amor.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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