Usted no está muy bien en su matrimonio. La rutina entró en sus vidas y no da señales de que se irá tan rápido. El sexo, cuando sucede, parece ese sentimiento que tiene cuando paga sus impuestos: resentimiento por no poder escapar de una situación desagradable. Cada día que pasa se pregunta: ¿aún amo a esta persona?
Mientras tanto, en el trabajo, ve a esa que le hace viajar en la imaginación. Todo lo que no ve en su esposa o marido está en ella. Se siente joven, nuevamente vivo. Se intercambian miradas y sonrisas. Esa persona elogia sus talentos, su inteligencia, y ocasionalmente, incluso esa ropa que se puso a la mañana pensando en ella.
Usted ya comenzó un affair y lo sabe. Si aún no es un affair físico, con seguridad, es uno emocional. Y ahora vive entre ese sentimiento de aventura y ese sentimiento de obligación hacia su matrimonio.
Congele la imagen. Pare la música melodramática. Pare todo. Vamos a entender lo que está sucediendo, fríamente. Resumiéndolo en cinco palabras:
El amor muere por desnutrición.
Si usted deja de alimentar su amor por su esposa o marido, el mismo morirá. Si alimenta sus sentimientos por la otra persona, estos se fortalecerán. Entonces, es usted quien decide, realmente. Su mente es quien manda en su corazón. Pero si esto no sucede, el corazón va a mandar en su mente y va a llevarle a cometer un montón de tonterías.
En ese montón están incluidas muchas lágrimas de su pareja, suyas y de sus hijos; mucha pérdida económica en un posible divorcio; mucha vergüenza de sus familiares y conocidos; años tirados a la basura; resentimientos inolvidables muy difíciles de perdonar (incluso el desafío de perdonarse)… y muchas otras consecuencias. Y cuando se despierte a la realidad, si esa otra persona realmente permanece con usted, verá que es tan imperfecta como su pareja actual.
¿Qué se puede hacer, entonces, para no caer en esa tontería?
Mate sus sentimientos adúlteros por desnutrición. Elimine todo y cualquier contacto y oportunidad de acordarse de la otra persona. Conversaciones, fotos, Facebook, teléfono, regalos… Pare de viajar en el túnel del tiempo y de visitar las memorias de cosas que sucedieron entre ustedes.
Salga de ese trabajo, si es posible, o por lo menos pida ser cambiado de sector. Si mata de hambre a esos sentimientos, y lo hace constantemente, desaparecerán.
Al mismo tiempo, tiene que esforzarse para acercarse a su esposa o marido, como en el comienzo de la relación. Préstele más atención, interésese por ella, busque saber lo que pasa con ella. Eso hará reavivar la llama del amor.
El amor nace y sobrevive por nutrición.
Finalmente, entienda que hay un factor espiritual en todo esto. Traición, separación, divorcio, familias destruidas, rencores, promesas rotas… todo eso está detrás de muchos males en nuestra vida y sociedad. Si usted quiere estar más cerca de las cosas buenas, de Dios, tiene que hacer lo correcto y no lo incorrecto. Así que, por encima de todo, fortalézcase en Dios para resistir a esas debilidades humanas.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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