En la actualidad, caminar por la calle, es un desafío para cualquier mujer, ya que en cualquier momento puede convertirse en víctima de acoso callejero. Lamentablemente, el problema está invisibilizado. En el imaginario social, el acoso es minimizado, por eso, se consideran “normales” ciertas actitudes de violencia hacia las mujeres.
Según la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, 8 de cada 10 mujeres fueron víctimas de acoso callejero. Además, de 59 380 mujeres encuestadas el 97% sufrió algún tipo de acoso. “Siempre tiene una connotación sexual y se da en los espacios públicos, los medios de transporte y en los espacios privados pero con acceso al público… Muchas veces pensamos cómo vamos a salir vestidas a la calle y por dónde circular, cuando no debería suceder”, explicó la abogada Silvina Bentivegna.
Acoso viralizado
Recientemente, se dio una situación que involucró a dos mujeres que viajaban en una formación del tren Sarmiento. Un hombre sacó su miembro y lo puso sobre una de las jóvenes. El acoso se dio a conocer por un video que se viralizó en las redes sociales.
El acosador quedó detenido por efectivos de la Policía Federal, luego de que uno de los pasajeros evitara que se escapara. El agente hizo detener la formación y se llevó al acusado, en compañía de varios testigos y de las víctimas, que decidieron denunciarlo.
En cualquier caso, una mujer que sufre cualquier tipo de acoso, ya sea en la vía publica o en espacios cerrados queda marcada. Esa experiencia le genera profundas heridas emocionales, que son casi imposibles de sanar.
Si usted pasó por una situación de ese tipo y aunque intentó superarla no lo logró, busque ayuda espiritual. Participe de la reunión del Encuentro con Dios este domingo a las 9:30 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana, haga clic aquí y vea las direcciones.
¿Piropo o acoso?
Tenga en cuenta que algunas situaciones que pueden ser vistas como inocentes, en realidad son situaciones de acoso. Muchas veces la supuesta seducción se produce de manera malintencionada y frente al rechazo de la mujer comienza un acoso que puede terminar en violencia sexual:
• Silbidos
• Persecución y acorralamiento, ya sea en la calle o en un recinto
• Grabaciones (no consentidas)
• Fotografías (no consentidas)
• Comentarios sexuales sobre la víctima
• Miradas intimidantes
• Contactos físicos no deseados
• Presión verbal directa
• Amenazas