Tenemos muchas cosas para enseñar referentes a la fe inteligente. Muchas personas dicen así: “¡Caramba!, yo creo en Dios, voy a la iglesia, soy una persona fiel, no le hago mal a nadie, pero mi vida no avanza”. No avanza porque esa persona está fundamentada, cimentada, en la religiosidad, en lo emocional. La persona exige que su fe sienta esto, sienta aquello, y así realmente no funciona. Eso es fe sentimental.
Por ejemplo, la fe emotiva hace que la persona pida perdón a Dios por su pecado y sienta remordimiento. El remordimiento anula el perdón porque cuando la persona tiene remordimiento, vuelve a practicar lo mismo que hizo.
¿Por qué no tuvo fuerzas para resistir y negar ese error? Porque tiene remordimiento, no es un arrepentimiento sincero. El arrepentimiento es una actitud de la fe inteligente.
Si usted comienza a evaluar sus actitudes de fe y a notar que su fe está basada en la emoción, descubrirá que si sigue así está destinado al fracaso porque la fe emotiva engaña a las personas.
Aquellos que tienen una fe emotiva están ciegos, tienen una fe ciega, son fanáticos que no tienen conciencia de que están siendo engañados de esa manera.
Por otro lado, tenemos la fe inteligente y racional…
Para que creamos Dios nos da Su Palabra porque la Palabra hace que razonemos, que pensemos y nos da visión de lo que Dios quiere.
Entonces, cuando usted lee Su Palabra dice: “Un momento, Jesús dijo: ‘Yo vine a traer vida, y vida con abundancia’. Si Jesús dijo que vino a traer vida y vida con abundancia, y yo estoy viviendo en la miseria, ¡no está bien!”. Entonces usted se empieza a indignar contra ese tipo de fe que ha presentado y que lo ha engañado y comienza a descubrir su potencial porque la fe inteligente es el poder de Dios dentro de usted.
¡Dios nos ha dado el poder para todo en este mundo, que es el poder de la fe! Jesús dijo que todo es posible para aquel que cree, es decir, para aquel que tiene fe inteligente.
Cuando usted tiene el poder de Dios, el poder de la fe, usted tiene condiciones, tiene poder para realizar ¡todo lo que quiera, todos sus sueños!
¡Cuando usted no tiene a nadie, entonces solo tiene a alguien con quien contar! A Dios y a usted mismo.
Dios quiere que usted sea independiente. Él no quiere que usted esté en deuda con nadie, no quiere que le deba favores a nadie. Él quiere que usted use el poder que le dio, porque usted tiene fe.
Cuando usted tiene fe, aunque sea pequeñita, tiene condiciones de alcanzar, de realizar todo lo que quiera, todos sus sueños.
Voy a decirles una cosa. Una noche llegué a casa y Ester me dijo que necesitaba dinero para hacer compras porque no tenía nada. ¿Sabe qué sucedió?
En lugar de arrodillarme y decir: “Ah, Señor, ten misericordia de mí, ten compasión, mira mi situación”. Agarré mi Biblia y dije: “Señor, presta atención, Tú dijiste ‘Si dos o tres personas se pusieran de acuerdo en la Tierra, será hecho en los cielos’. Nosotros dos aquí estamos de acuerdo. Llegó el momento en el que estamos en esta situación, estoy avergonzado, humillado delante de esta situación. ¿Cómo es que no tengo dinero para comprar comida? Tú prometes abrirles las ventanas de los cielos a quienes son fieles a Ti. Entonces quiero ver eso.”
Pero no hablé con palabras lindas, hablé enojado, hablé indignado con esa situación porque estaba humillado y pedí respuestas. La oración no duró un minuto y cayó fuego de indignación, por aquello a lo que tenía derecho y que no estaba viendo.
¡Cuando usted tiene una fe cimentada en la Palabra de Dios, no acepta la derrota, no acepta deprimirse, no acepta quedarse atrás, porque cree en el Dios que prometió: “Yo estoy contigo”!
La fe inteligente es racional porque usted Le reclama a Dios lo que Él prometió. Entonces, use el poder que Dios le dio y cambie esa situación. ¡Verá que usted vencerá!
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