Ron Ross y Derrick Tomlinson eran mejores amigos desde la infancia, cuando eran vecinos. Inseparables, conocieron a dos hermanas gemelas en una noche de 1973 y cada uno se enamoró de una de ellas. Dos años después, las dos parejas se unieron en matrimonio, el mismo día.
Después de 41 años, los cuatro permanecieron inseparables, hasta que, el domingo 7 de febrero, un cáncer en el intestino de Ron, lo derrotó. El tumor fue diagnosticado en el 2015, y su esposa y su pareja amiga ya sabían que moriría.
“Él hizo quimioterapia durante 6 meses, pero los médicos le dijeron que no estaba haciendo efecto, que Ron solo le quedaban algunas semanas de vida”, afirmó Ann, su esposa, al periódico Derby Telegraph.
Pero, lo que ellos no esperaban era que, en menos de 24 horas después de la muerte de Ron, al día siguiente, 8 de febrero, Derrick, su mejor amigo de toda la vida, sufriría un ataque cardíaco y moriría en el mismo hospital.
La muerte llega sin previo aviso
Ron tenía el diagnóstico de los médicos, luchó contra la muerte; el problema que venció a Derrick fue uno de esos que llega de repente. Pero, en ambos casos, ¿quién podría decir el momento exacto en el que partirían? ¿Y quién habría pensado que el hombre que estaba saludable moriría poco después del que estaba enfermo?
“La muerte llega para sanos y enfermos; jóvenes y mayores, ricos y pobres”, explica el obispo Edir Macedo en su blog. “Puede llegar en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea en la calle, en la casa, en el trabajo, en el hospital, en el avión, en la iglesia, etc. No avisa antes de llegar. Para la muerte, el lugar no importa. Debemos estar preparados, esperando el regreso de nuestro Señor, hoy”, afirma el obispo.
¿Y qué es “estar preparados”? Nada más que estar envueltos en una vida con Dios, creyendo y practicando lo que dice Su Palabra, que nos promete que, después de la muerte, hay una eternidad con Él: “Y esta es la promesa que Él nos hizo, la vida eterna.” (1 Juan 2:25)
Ron y Derrick no tenían ni idea del momento exacto.
No deje que la muerte lo agarre desprevenido. Esté preparado para enfrentarla cuando el momento llegue.
Para obtener más información acerca de cómo alcanzar la Vida Eterna con Dios, participe de la Reunión de los Hijos de Dios, que se realiza todos los miércoles, en la Universal más cercana a su domicilio.
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