Si usted es el tipo de persona que se queja por tener que estar muchas horas en una oficina o que piensa que ser vendedor es un fastidio, por ejemplo, imagínese si tuviera que quitar excrementos humanos de baños y limpiar alcantarillas. ¿Cómo reaccionaría? Esta es la actividad de miles de personas de clase baja en India, que, para sobrevivir, dependen exclusivamente de este tipo de trabajo.
Solo en Bombay- una de las ciudades más importantes de India- hay aproximadamente 6000 empleados en esta función. Hay otros 30 mil en áreas de conservación, conocidos también como “barrenderos”, que viven una intensa e injusta rutina de trabajo.
Debido a que muchas ciudades no tienen sistema de descarga moderno, esta es la única opción para los que viven en la extrema pobreza. Aquellos que se someten a este trabajo son llamados “los intocables”, porque se consideran sucios y posibles transmisores de enfermedades.
El mayor desafío es convivir en sociedad. Los limpiadores suelen ser discriminados en todos lados. En las escuelas, por ejemplo, tienen asientos separados y se les prohíbe tocar los objetos de los demás.
“Si no trabajo ¿qué voy a comer?”
Frecuentemente tienen que zambullirse en los desagües y algunos son tan profundos que alcanzan para acomodar dos autobuses. Se necesita más que coraje para entrar en un lugar como ese. Sin embargo, la necesidad habla más fuerte.
“Si no trabajo ¡qué voy a comer? Siento asco, pero tengo que dejar esos pensamientos en casa”, explicó el trabajador indio Binod Lahot en una entrevista de la BBC. Él cuenta que gana menos de 5 dólares por día por hacer este trabajo.
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