Como sucede normalmente en una pareja, cuando Sandra conoció a Adrián quiso saber más sobre su vida, pero lo que descubrió no fue para nada agradable. “Lo conocí hace cinco años, charlando sobre nuestras vidas me contó que se drogaba. Intenté ayudarlo para que dejara los vicios y empecé a tratar de alejarlo de sus malas compañías. Buscaba ver cómo eran las personas de su entorno para separarlo de las que le hacían más daño, pero no hubo caso, fracasé”, recuerda Sandra.
Adrián consumía cocaína, cigarrillos, marihuana y alcohol, vicios que costeaba con sus ingresos. “Trabajaba para mis vicios y no pensaba en nada ni en nadie, no me importaba. Necesitaba drogarme casi todos los días con 5 gramos de cocaína y a pesar de haber intentado dejarlo, lo máximo que pude estar sin consumir fueron tres días”, confiesa.
El momento más difícil de su historia con las drogas fue el día en el que Adrián pensó en suicidarse: “Estaba tapado de problemas y me quise matar –cuenta– ya no quería saber más nada”.
En otro momento de angustia, Adrián recordó que alguien le había comentado acerca de un tratamiento efectivo contra las adicciones y decidió darle una oportunidad. “Conocimos el Tratamiento para la Cura de los Vicios juntos, yo había consumido y estaba muy angustiado, recordé que me habían invitado y le pedí a ella que me acompañara porque quería salir de esto. Tardé dos semanas en dejar todo. Ahora no tengo más ganas de consumir, incluso me convidaron pero rechacé todo. Hace tres meses que no me drogo más”, finaliza sonriente.
Fue esclavo de la droga por 20 años
Muchas veces, lo que empieza como un juego se transforma en una peligrosa adicción. Hoy, Alejandro tiene 32 años y la entereza suficiente para contar su historia, con la que busca ayudar a quienes están en la situación en la que un día él estuvo.
“Con apenas 12 años empecé a aspirar pegamento. Mi mamá me iba a buscar e intentaba traerme a casa, pero a mí ya no me importaba nada, solo quería drogarme. Con el tiempo empecé a consumir marihuana, cocaína y pastillas, además de fumar y tomar alcohol. Para bancar los vicios empecé a robar y por eso me detuvo la Policía y estuve preso. Salí y seguí drogándome porque cuando no lo hacía me desesperaba, tenía que consumir todas las noches”, cuenta Alejandro, que estuvo veinte años preso de las adicciones.
“Conocí el Tratamiento para la Cura de los Vicios y gracias a Dios estoy libre de todo, ya no consumo ninguna sustancia y mi vida cambió completamente. Hoy tengo proyectos que puedo realizar y una familia a la que no hago sufrir porque las drogas me dan asco”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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