¡Buen día obispo!
¡El rescate del sábado 30 en el Templo fue maravilloso! Vinieron muchos apartados, y usted puede imaginarse la cantidad de demonios que manifestaron.
Tomé el testimonio de una señora que estuvo siete años como obrera, pero, por no ser nacida de Dios, se rebeló contra el pastor por haberla sacado de responsable de un grupo.
Fue a la macumba, en donde el diablo le dijo: “Aquí tengo un cargo importante para ti”. Entonces comenzó a servir a los demonios y se entregó a las drogas de tal manera que, debido a la cocaína, tuvo un aneurisma.
Los médicos le dieron como máximo dos años de vida, ¡pero eso no fue todo! Ella se involucró con la delincuencia y fue condenada a doce años de prisión.
¡Describió el infierno que vivió en ese lugar! Dijo algo que llamó mucho la atención, y yo analicé en la reunión para alertar a los demás. Ella dijo lo siguiente: “Cambié el uniforme sagrado de una obrera por un uniforme de presidiaria.”
Obispo, ¡el temor cayó sobre todos! El rescate trajo una alerta a los que hacen la Obra para que vigilen.
Esa ex obrera seguía el programa de los obreros desde la prisión, y en un rescate realizado, ella envió la ropa de detenida para representarla.
Obispo, gracias al Espíritu Santo hubo reconciliación con Dios. Además de eso, muchos se bautizaron el domingo.
Puedo decirle que hubo un gran despertar de la fe en la reunión.
¡Gracias a Dios!
Colaboró: Obispo Domingos Siqueira