La soledad puede ser considerada como una de las peores tristezas en la vida de una persona. La infelicidad amorosa repercute en todas las áreas, sean familiares o profesionales.
Pero cuidado, la soledad no ataca solamente a quien no tenga a una persona a su lado, hay casos en los que una persona casada, e incluso con hijos, también puede sentirse sola.
Estas son algunas situaciones que retratan esa soledad amorosa: Usted está solo y no encuentra con quién empezar una relación; tiene una relación, pero es despreciado constantemente; su compañero o sus hijos no le prestan la debida atención; su cónyuge prioriza otras cosas y a otras personas y usted se siente excluido; ya fue traicionado o víctima de mentiras.
Entre tantos problema, muchos prefieren aislarse. Y el vacío interior hace con que piensen en renunciar a ser felices.
No es en vano que un estudio de la Universidad de Chicago reveló que la soledad mata hasta dos veces más que la obesidad. La investigación muestra que una persona solitaria tiene más riesgos de sufrir un ACV y ataques cardíacos. Además, hay una mayor tendencia a la depresión y a la pérdida de la calidad de vida en general.
Existe un remedio definitivo para la soledad, que no se encuentra en una farmacia, sino en la Terapia del Amor. Participe el próximo jueves a las 10, 16 o 20 h, en Av. Corrientes 4070, Almagro, y descubra qué hacer para vencer la soledad y lograr la verdadera felicidad en la vida amorosa.
Los celos estaban destruyendo la pareja
Andrea y Juan Manuel conocieron la Terapia del Amor al borde de la separación. “Nuestro matrimonio estaba destruido debido a mis celos enfermizos”, cuenta ella. “Cuando éramos novios, todo estaba bien, no le mostraba esa faceta mía. Los problemas empezaron cuando tuvimos a nuestra primera hija. Él se iba a trabajar y yo lo llamaba todo el tiempo, quería saber qué hacía, con quién estaba, quién lo saludaba. Le revisaba los bolsillos para ver los boletos y saber dónde había estado. Llegué al punto de pagarle a una amiga para que lo siga y lo vigile”, confiesa Andrea, que intentó matarse varias veces por los celos.
Esta situación repercutía directamente en Juan Manuel, que no encontraba tranquilidad en ningún lado: “pensaba permanentemente en lo que hacía para no darle ningún motivo que despierte sus celos, parecía que ella estaba al lado mío todo el tiempo”. Además de controlarlo, Andrea también le pegaba: “Él se iba a trabajar con marcas en el cuerpo”.
En la Terapia del Amor aprendieron a resolver el problema de celos y así Andrea empezó a confiar en Juan Manuel. Hoy, gracias a haber puesto en práctica lo que aprendieron en las charlas, son felices. “La Terapia del Amor funciona”, concluye Juan Manuel.
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