¿Usted acostumbra observar a las personas cuando van a la iglesia? ¿Ya reparó en la señora que se sienta a su lado, en el joven temeroso que está delante de usted, en el obrero dedicado que trabaja para servir, o en el pastor intrépido en su prédica? Pues bien, muchas de esas personas que observamos en el mes o en el año anterior, hoy ya no están con nosotros. Tal vez, hasta usted mismo que lee este texto ahora, puede estar frio y sus visitas a la casa de Dios están disminuyendo.
La realidad muestra que un gran número de personas, todos los días, abandonan la fe. Los motivos que ellas aducen son muchos. Algunos no vigilaron y se enfriaron en su comunión con Dios, otras cayeron en pecado y por vergüenza decidieron distanciarse. Hay también quien dejó resurgir su vieja naturaleza y tuvo nostalgia del pasado. Otra queja son las decepciones sufridas con las personas. En fin, los motivos argumentados para justificar la caída son muchos, pero nada se compara al mayor motivo que existe para volver a Dios: la Salvación.
Por más perdido, indigno y culpable que un apartado de la fe se sienta, para Dios él sigue siendo muy amado y precioso. Pero está como un tesoro perdido en el barro de este mundo y por eso necesita ser rescatado.
Un gran ejército
Para cumplir esa misión, la Iglesia representa los brazos del Señor Jesús en la Tierra para ir en búsqueda de estas personas que tienen un valor tan grande. Por eso, este pasado domingo 12 de junio, la Universal se asemejó a un gran ejército que fue al campo de batalla para rescatar a sus soldados heridos y realizó la Caravana del Rescate, con el objetivo de encontrar esos tesoros perdidos de Dios y restaurarlos.
Algunos fueron encontrados en la marginalidad, en la prostitución, en los vicios; otros enfermos, viviendo en la calle, en fin, apartados de Dios.
La reunión fue transmitida desde el Templo de la Fe, ubicada en Av. Corrientes 4070, por videoconferencia para toda la Argentina. El encuentro también contó con un mensaje especial del Obispo Macedo.
En todo el país más de 7000 personas que estaban apartadas de la presencia de Dios, participaron del encuentro en una Universal. Y unas 700 personas tomaron la decisión de bautizarse.
En total casi 20000 personas estuvieron presentes en los encuentros, entre obreros, evangelistas, jóvenes, miembros, y personas por primera vez. Todos tuvieron la oportunidad de recibir el perdón y de reconciliarse con Dios para dar inicio a una nueva vida.
Delante de todo el sufrimiento visto en la vida de quien se apartó de Dios, dejamos algo para que usted reflexione: Luche con todas las fuerzas para permanecer de pie, en la fe, y júntese a ese ejército que no se olvida de la oveja descarriada y no mide esfuerzos ni tiempo para buscarla.
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