La menopausia aún es un tema rodeado de muchas dudas. Por eso, es fundamental que las mujeres sepan cuando la misma llega y cómo ocurre, para hacerle frente a todo el proceso de la mejor manera posible.
La menopausia no es nada más que el período de envejecimiento de los ovarios y la brusca reducción de los niveles hormonales. La pre-menopausia (o climaterio) es el período que la antecede y puede definirse como una etapa biológica que comprende la transición entre el período reproductivo y el no reproductivo de la vida de la mujer, según el Manual de Atención a la Mujer en el Climaterio/en la menopausia, elaborado por el Ministerio de Salud.
La menopausia es el marco de esta fase, caracterizada por la ausencia de la menstruación durante 12 meses consecutivos. Aunque este proceso puede ocurrir entre los 45 y 55 años de edad, después de los 40 años los niveles de las hormonas comienzan a caer. Esto hace que el cuerpo de la mujer se comporte de una manera diferente.
Síntomas
En esta fase, algunos síntomas comunes tienden a aparecer, como los famosos calores (producidos por la caída de estrógenos), sudores nocturnos, pérdida de lubricación vaginal, irritabilidad, cansancio, cambios de humor, ansiedad y una mala calidad de sueño.
Como un balde de agua fría
Lidiar con la menopausia no es ningún monstruo de 7 cabezas. Se pueden tomar algunas precauciones y pueden reducirse esos síntomas tan molestos. Según el manual del Ministerio de Salud, simples hábitos como una alimentación saludable y realizar actividad física son esenciales. Además, otra alternativa sería la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH), llevado a cabo con la debida orientación médica.
Una alimentación saludable es la equilibrada y adecuada para las diferentes etapas de la vida. En el período de la menopausia, es importante la ingesta de calcio y de la vitamina D, que están presentes, sobre todo, en la leche y en sus derivados, y son nutrientes que retardan la osteoporosis, tan común en esta fase.
Entre las vitaminas, se destacan las de complejo B, que pueden ayudar a disminuir la ansiedad y los calores. Estas vitaminas se encuentran en los porotos (vitamina B1), en las carnes, huevos y lácteos (B12), entre otros alimentos. Otra vitamina importante es la E, presente en los aceites vegetales, cereales integrales, castañas, semillas, palta, verduras de hoja verde y kiwi. Esta vitamina también ayuda a aliviar los indeseables calores.
Los ejercicios físicos dan como resultado beneficios como la mejora de la capacidad cardiovascular, respiratoria y la tolerancia a la glucosa. Vale la pena recordar que, además de esos factores, es fundamental que la mujer busque a un profesional y se realice exámenes médicos con regularidad.
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