Nadie se casa para ser infeliz. Pero lo que más se ve en los días de hoy son parejas que pelean, sienten envidia, celos y otros sentimientos que los llevan al lado opuesto del amor: el de la separación y el divorcio.
Eso sucede porque, normalmente, los enemigos de la relación ganan espacio entre los cónyuges. Ellos cobran diversas formas, como por ejemplo: celos enfermizos; pornografía, que destruye las relaciones; desánimo para luchar o invertir en el amor; el pasado que vuelve como un trauma; la ansiedad que provoca que la persona se precipite y empiece una relación que solo la hará sufrir, la mentira; la falsedad y los engaños.
Enemigo significa todo lo que es opuesto, que quiere su mal, lo odia o lucha contra usted para destruirlo.
Solo existe un camino para ser feliz en la vida conyugal, y es vencer a los adversarios de la felicidad amorosa. Caso contrario, usted será vencido por ellos.
Por eso, en la Terapia del Amor usted aprende qué hacer para no ser derrotado por los problemas. Y, más que eso, también aprenden qué hacer para blindarse contra todo lo que obstaculiza las relaciones amorosas.
Lo esperamos este jueves a las 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, para ayudarlo a vencer a los enemigos del amor.
La desconfianza es cosa del pasado
Emiliano y Micaela llegaron a la Terapia del Amor estando de novios y viviendo juntos, pero las cosas entre ellos no estaban bien, él le daba motivos para que ella desconfiara, lo que originaba muchas peleas: “Yo era muy celosa, le revisaba el celular cuando estaba dormido y empecé a desconfiar de él porque le encontré mensajes de otras mujeres, recuerdo que desconfiaba cada vez más. A pesar de que vivíamos juntos, me sentía muy sola, él iba a trabajar pero no volvía rápido a casa, siempre tenía alguna excusa y llegaba tarde. Pensaba que estaba viviendo con una persona que no me valoraba, que no disfrutaba del tiempo que tenía para estar conmigo”, cuenta Micaela.
Emiliano reconoce que se equivocaba y por eso sufrían: “Llegaba a casa a cualquier hora, no me interesaba por ella, la descuidaba, por eso se generaba la desconfianza. Siempre peleábamos y ella terminaba llorando. Fueron dos años de relación conflictiva”.
Pero eso cambió cuando conocieron la Terapia del Amor y sacrificaron en la Hoguera Santa: “Escuchamos hablar de la Terapia y nos despertó curiosidad, vimos otros resultados en la televisión y pensamos que si a ellos les había resultado, a nosotros también nos tenía que resultar. Empezamos a venir y de a poco notamos cambios. Dejamos de discutir, estábamos más unidos. De a poco proyectamos el casamiento y nos casamos”, cuenta contenta Micaela, y Emiliano completa: “Hoy, la relación es maravillosa, yo cambié un montón, la respeto, no veo la hora de llegar a casa y estar todo el tiempo con ella, aprovechamos al máximo el tiempo que pasamos juntos. Somos muy felices gracias al sacrificio y a la perseverancia en la Terapia del Amor”.
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