¿Qué padre o madre no pasó, por aquel momento en el que el hijo pequeño le pide un juguete o una golosina insistentemente? En esa etapa, para desesperación de los adultos, los niños descubren que algunos de sus deseos se pueden comprar. Algunos niños llegan al punto de, a pesar de no saber cuantificar valores, relacionar tarjetas bancarias de débito y crédito que sirven para comprar. Y si usted todavía no pasó por esta situación, pero tiene hijos pequeños o pretende tenerlos, la siguiente pregunta probablemente va a pasar por su cabeza: ¿cómo actuar en ese momento?
Pero, antes de responder esta pregunta, según la psicopedagoga Patricia Venturin, de 38 años, hay que evaluar qué lleva al niño a tener el deseo de comprar. “Creo que a partir de los 3 años el niño ya comienza a entender que en el cumpleaños le suelen dar regalos. Y, hoy en día, ese deseo termina sucediendo más debido a la insistencia de los medios de comunicación, que actúan más que en otras generaciones. Los medios y las publicidades en los intervalos de los programas infantiles invierten cada vez más en esta área y los niños terminan siendo diferenciados por el acceso a esta información”, dice.
El educador financiero Laércio Caires, de 39 años, está de acuerdo con que los niños de hoy son diferentes a los de las generaciones pasadas, pero gran parte de esta diferencia tiene relación con el ambiente en el que se encuentran. “Si ellas tienen contacto con amigos que siempre tienen juguetes, si los programas que miran tienen muchos comerciales de juguetes, si en los lugares por donde pasean hay juguetes, ropa y calzados con personajes de dibujos, estos son factores que generan deseos en los niños. En el pasado, los juegos de niños eran barriletes, bolitas, fútbol, la escondida y la mancha. Ellos no tenían mucho tiempo para ver programas de televisión y usar videojuegos. No existían tantas estrategias de marketing inclinadas al público infantil. Hoy los tiempos son otros. Los juegos en la calle perdieron espacio”, evalúa.
¿De dónde viene el dinero?
Según Patricia, es necesario explicarles a los hijos que el dinero es el resultado del trabajo. “Soy madre de tres hijos y les enseño que deben tener buenas actitudes para ser merecedores de obtener lo que anhelan. Suelo hacer una tabla en la que voy puntuando las actitudes. Eso funciona muy bien. Les enseñamos también a invertir, guardando su dinero en una alcancía. Con eso, ellos aprenden a ahorrar y después a invertir. Es una de las enseñanzas más importantes. Con los ahorros, mis hijos dieron una parte del dinero para comprar un videojuego”, cuenta.
De acuerdo con el educador financiero Laércio Caires, esa es una buena actitud de cómo enseñarles a los hijos a ser financieramente educados desde pequeños. “Los bajitos tienen que ser informados de que no pueden tener todo lo que piden. Los padres deben mostrar que necesitan utilizar el dinero para otras finalidades y principalmente enseñarles a ahorrar. Recuerde: antes de enseñarle correctamente a su hijo a lidiar con el dinero, usted debe evaluar si está dando el ejemplo, incluso porque los pequeños se reflejan en las actitudes de los padres”, aconseja.
¿Qué hacer?
Laércio cita algunas prácticas que pueden ayudar en esta aenseñanza: “realizar las compras en el supermercado, panadería, carnicería (con los hijos) hasta incluso que nos acompañen a pagar las cuentas. Esos momentos son importantes, ya que ven a los padres cambiando el dinero por algo material. Cuanto antes los hijos tengan conocimiento del dinero, dónde y cómo utilizarlo, mejor será para que tengan un futuro financiero sostenible.”
En cuanto al dilema entre cumplir o no los deseos de los niños, él aconseja que los padres analicen si los niños necesitan realmente lo que están pidiendo. “En ningún momento los padres deben dejarse llevar por las emociones o por los chantajes de los niños, ya que ellos notaran que actuando así conseguirán lo que desean. Siempre aparecerá un nuevo producto y si ceden estarán desarrollando un pequeño consumista”, concluye.
Consejos para educar financieramente a los niños
*Explíquele a su hijo, de forma simple, que para ganar dinero hay que trabajar. Nada es gratis. Explíquele que a veces, no podrá comprar lo que él quiere, pues el dinero está destinado a otras cosas.
*Cuánto más temprano sus hijos tengan conocimiento del dinero, dónde y cómo utilizarlo, mejor será para su futuro financiero. Llévelos a comprar al supermercado, por ejemplo, para que aprendan el costo de los productos.
*En el supermercado, compare productos que hagan parte del mundo de su hijo. Muestre, por ejemplo, que un paquete de arroz de cinco kilos, que dura un mes, cuesta casi lo mismo que un paquete de galletitas, que durará cinco minutos.
*Incentívelos también a ahorrar, guardando el dinero en una alcancía. Para una relación directa, muéstrele un cajero electrónico y un banco y enséñele que allí es donde usted guarda el dinero. Y que cuando usted dice que no tiene más dinero, no es solamente en la billetera, sino en esos lugares tampoco.
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