En una de sus manos, él sostiene una lanza. Todo su cuerpo está revestido con un manto rojo, cubierto de adornos, como collares y pulseras. Es un guerrero de la tribu Maasai (en la foto al lado).
Su nombre es Moisés y viajó desde Kenia, continente africano, hasta el Templo de Salomón, ubicado en la capital de San Pablo, Brasil, para acompañar al obispo Marcelo Pires, responsable del trabajo de evangelización de la Universal en Sudáfrica.
“El obispo Macedo nos dio la dirección de que evangelicemos las tribus. Entonces nosotros llegamos a la tribu Maasai, que fue un gran desafío, porque ellos no están acostumbrados a convivir o a estar con el hombre blanco”, destaca el obispo Marcelo.
La tribu Maasai es la única en el continente africano que mantiene sus tradiciones hasta los días de hoy. El estilo de sus vestimentas, las costumbres, entre otras características, se han conservado a lo largo del tiempo.
El obispo Marcelo explica que, por el hecho de vivir en una selva africana, el único medio de supervivencia que tienen, es la ganadería. Ellos principalmente cuidan ovejas, cabritos y vacas.
Por lo menos una vez por mes, ellos realizan, con una flecha, un pequeño agujero en el cuello de una vaca, sin matarla, para nutrirse de la sangre. No es un ritual, es una necesidad debido a los pocos recursos alimenticios que tienen.
Otra opción que los Maasais tienen para alimentarse es la carne cruda. Ellos no cuentan con ningún avance tecnológico para preparar la carne. Se alimentan con ella de la manera como está en la naturaleza.
El obispo también aclara que, además de esas dificultades, los Maasais, por dedicarse a la ganadería, son constantemente atacados por leones, que están a la caza de alimento.
“Ellos no aceptan eso, se indignan, por eso van y cazan los leones. Hasta llegan a matarlos, si fuera necesario, porque si ellos permiten que sus rebaños sean atacados, ¿cómo sobrevivirán? Viven en la selva, no tienen dinero en la selva, entonces, intercambian animales por vestimentas, entre otras cosas que necesitan. Por eso, existe esa cultura en ellos de tener siempre un grupo de guerreros. Moisés tuvo que matar a un león. Hoy él es un formador de guerreros. Cada 15 años, jóvenes de 15 años, van a vivir con Moisés a la selva durante 7 años, y él los entrena para que defiendan a sus familias”, cuenta el obispo Marcelo.
Fue la primera vez que Moisés dejó su tribu y, allí de pie, tiene la oportunidad de mostrarle al mundo la historia de su pueblo.
La Universal en la tribu Maasai
El 6 de abril de 2015, la Universal inauguró el primer centro de ayuda en la tribu Maasai. Desde entonces, los voluntarios han realizado varias actividades para ayudar espiritual y materialmente a los Maasais.
Entre los acontecimientos, el obispo Marcelo recuerda un momento importante:
“Cuando abrimos la iglesia, Moisés, que es un formador de guerreros, llegó, se convirtió, es miembro de nuestra Universal allí en la tribu de los Maasai y ya se bautizó en las aguas. Él, su esposa y toda su familia están en la Universal. Hoy la Iglesia es muy respetada, porque allí hay una gran sequía, ninguna tribu tiene agua, y cuando compramos el terreno para construir la Universal allí, tuvimos la idea de buscar agua, y como Dios está con nosotros, encontramos agua en nuestro terreno. Hoy nuestra iglesia tiene un pozo de agua y les damos agua a ellos totalmente gratis. Es importante saber que, desde Nairobi, capital del país, hasta la tribu de los Maasais son 3 horas de viaje. El acceso es muy difícil, y fue Dios el que nos llevó allá”.
La Universal por el mundo
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