Susana Del Valle encontró una salida a sus problemas en el momento más crítico de su vida. Ella estaba enferma, sufría con terribles dolores que resistían a la medicación. La depresión había invadido su vida y solo pensaba en terminar con tanto sufrimiento recurriendo al suicidio. Hasta que un día se decidió a luchar por una vida diferente y alcanzó mucho más que su sanidad.
“Sufría debido a varias enfermedades, vivía nerviosa y depresiva, tenía mucha angustia, tristeza y también rencor. Buscaba calmar mi dolor recurriendo a los médicos, hacía los tratamientos que me indicaban, pero el dolor superaba todo. Por estos problemas y al ver a mis hijos sufriendo pensé en terminar con mi vida. Pensaba en tirarme bajo el tren, eso estaba en mi mente todo el tiempo. Me preguntaba para qué vivo si había perdido todo.
En ese estado llegué a la Universal a través de una invitación que me hicieron. Nadie me preguntó de qué religión era, simplemente me orientaron a participar de las reuniones y así lo hice. Paulatinamente todo fue cambiando, hoy, gracias a Dios tengo salud y disfruto de una nueva vida. Soy feliz a cada día, estoy enamorada de esta nueva vida que encontré gracias a Dios.
Solo en Jesús encontré una razón para vivir, Él me transformó, todo lo malo lo borró para siempre y transformó mi interior. La Universal es mi casa, es el lugar donde aprendí a vivir por la fe”.
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