Hace ya algunos meses el mundo vive una especie de fiebre provocada por un juego para teléfonos celulares. Hace apenas dos semanas, esta aplicación hizo su aparición en Argentina, provocando también la locura en niños, adolescentes y también en adultos. Lo innovador de este nuevo juego radica en la posibilidad de “atrapar” criaturas que solamente existen en un mundo imaginario a medida que se recorren las calles de la ciudad.
Basada en la tecnología de la realidad aumentada, la aplicación funciona básicamente con un mapa que muestra la ubicación del usuario y, a medida que este se mueve, va revelando la ubicación de las criaturas. Cuando el teléfono detecta que el jugador se acerca al personaje, se activa la cámara y el usuario pasa a verlo formando parte del entorno que lo rodea. Si, por ejemplo, la cámara apunta a un árbol podrá encontrar a un personaje que se asemeja a un ave. La idea es atrapar la mayor variedad de personajes posibles y “entrenarlos” para que adquieran nuevas destrezas y habilidades.
Este tipo de tecnología, que mezcla la realidad que capta la cámara con información generada por el software, existe hace tiempo y tiene diversos usos provechosos, como por ejemplo ofrecer información extra a un turista en un determinado punto de interés.
Pero, ¿qué sucede cuando una persona no logra discernir entre la realidad y la ficción? ¿Cuáles son los peligros que trae consigo una aplicación que absorbe la atención de sus usuarios al punto de convertirlos en zombis? En Brasil, por ejemplo, un niño de 9 años murió ahogado mientras jugaba a este juego. La víctima había salido con un amigo a atrapar criaturas y, con la intención de buscar las que se encuentran en el agua, subieron a un bote para navegar en un río y así lograr su objetivo. Lamentablemente, el bote se dio vuelta, lo que provocó que uno de los menores muriera ahogado. En Argentina, ya se han denunciado robos de celulares mientras los chicos usaban el juego e incluso el Ministerio de Justicia lanzó una guía de recomendaciones para evitar accidentes y proteger la privacidad de los usuarios.
Basta caminar por las calles de la ciudad para ver gente completamente abstraída de la realidad, metida en la pantalla de 5 pulgadas de su celular completamente ajena a lo que los rodea. ¿Es eso lo que nos depara el futuro? ¿Es ese el tipo de avance revolucionario que nos trae la tecnología? Como todo en la vida, siempre dependerá del uso que le demos. Mientras tanto, tratemos de vivir en el mundo real, no en el que vemos en la pantalla del celular.
[related_posts limit=”17″]