“Eso era horrible. Yo solía mirarme en el espejo y odiar a la persona que veía. Mi Dios, nunca quise tanto estar fuera de mi cuerpo. Yo me quedaba mirando y pensando: “Tan repugnante”. Todavía me siento así, pero eso ahora es parte de mí y lo acepto.”
Quien lee una declaración tan fuerte como esta no se imagina que vino de una de las mujeres consideradas más bonitas en la actualidad, la mundialmente famosa Cara Delevingne, de 24 años. Además de ser modelo oficial de marcas muy respetadas en el mundo, ella también protagonizó las películas infantojuveniles “Pan” y “Ciudades de Papel”, y actualmente está en cartelera en “Escuadrón Suicida” (imagen de abajo), una de las franquicias más rentables de la historia.
Todo el éxito en la carrera, sin embargo, no impide que Cara sufra depresión y presente tendencias suicidas. Al contrario: según la entrevista que le concedió a la revista Esquire, ella utiliza el trabajo como “válvula de escape”, pero admite que eso solo empeora la situación, enfrentada por ella desde los 15 años de edad:
“Modelar no es algo que me encanta. Yo no me siento tan hermosa. Y cuando hago todas esas poses, me siento estúpida. Me siento idiota.”
Actualmente, Cara trabaja 7 días por semana “para no tener tiempo de estar triste”. Esto afecta su salud, la estresa y, cuando está estresada, se araña las piernas, hasta sangrar.
En el pasado, ella cuenta que pensaba: “Ok, si consigo un trabajo como modelo seré feliz.” Mera ilusión. “Conseguí un trabajo como modelo y aún no era feliz.” Lo mismo sucedió al convertirse en actriz.
“Es una búsqueda constante de la felicidad fuera de una misma, lo que no funciona. Toda mi felicidad se basaba mientras que estaba trabajando, y ese es un espacio vacío para estar, porque la depresión realmente no tiene nada que ver con eso”.
Con qué tiene que ver la depresión
La depresión es una de las enfermedades más peligrosas del mundo actual. Según la Organización Mundial de la Salud, 121 millones de personas sufren con ella en el planeta, y el 15% de ellos se suicidan.
Este es un problema que no distingue color, credo o clase social. Cada persona desarrolla la enfermedad por un motivo diferente.
En su blog personal, el obispo Edir Macedo explica que, desde el punto de vista espiritual, la depresión no es más que un estado permanente de duda. En el caso de Cara, esa duda es con respecto a si es digna de todos los beneficios que tiene. Ella afirma:
“Me di cuenta lo cuán privilegiada era, pero todo lo que quería era morir. Me sentía agradecida por lo privilegios y me odiaba por querer morir, y eso era un ciclo. Yo no quería existir más. Quería que cada molécula de mi cuerpo se desintegrara. Yo quería morir.”
Para resolver la situación, Cara tomó medicamentos, pero eso solo la transformó en una máquina sin voluntad o pensamientos propios. Ella se hizo adicta a las drogas y perdió 2 años de su vida, hasta que pudo dejar de tomarlas.
“Soy lego en medicina convencional, pero entiendo un poco de la espiritual. La depresión es un problema estrictamente espiritual. ¿Qué droga medicinal es capaz de curar una enfermedad espiritual? – dice el obispo Macedo.
Cura
El obispo afirma que si el problema es de origen espiritual, su solución es espiritual. Para encontrarla es necesario entender la raíz de ese mal y superarla. Cara sabe que su problema viene de su relación turbulenta con su madre, que era adicta a la heroína, pero aún no descubrió como lidiar con el trauma.
Para ayudar a las mujeres en esta situación, el grupo Godllywood desarrolló el Curso de la Cura Interior. En él, cada mujer tiene clases semanales, por 3 meses, y cada una de esas clases aborda un tema. De esa manera es posible encontrar y vencer la raíz de los problemas que impiden la felicidad.
“El Curso de la Cura interior está compuesto por 12 sesiones, cada una adecuada para ayudar a las mujeres a superar pensamientos y comportamientos negativos en sus vidas”, explica Evelyn Higginbotham, creadora del curso. “La perspectiva es que la mayor parte de las elecciones perjudiciales que las mujeres hacen son en virtud de no poder haber lidiado correctamente con los dolores emocionales y traumas, pérdidas o abuso en su pasado. Una vez que la mujer entiende cómo librarse de los recuerdos dolorosos y valorarse a sí misma como a una persona con gran potencial, ella puede progresar para hacer los cambios necesarios para convertirse en una mujer mejor, y un miembro productivo en su familia y comunidad.”
Participe del curso que se realiza los días martes a las 19h en el auditorio del Templo de la Fe, en Av. Corrientes 4070 – Alamgro.
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