A finales del mes de abril de este año, el agua del lago Urmia, que se encuentra en Irán, tenía una tonalidad de color verde oscuro. Sin embargo, en julio, el color se volvió rojo como la sangre. La National Aeronautics and Space Administration (la NASA, en sus siglas en Inglés) registró las imágenes.
El fenómeno intrigó a los investigadores, que decidieron averiguar lo que estaba sucediendo con el lago.
Ellos observaron que el uso de agua para riego debido al calor y la sequía que afecta a la región, redujo el nivel de agua, aumentando la salinidad.
El agua caliente junto a la alta salinidad fomenta el desarrollo de un alga que produce el pigmento rojo.
Según los investigadores, se ha realizado otra observación con respecto al lago: se está secando y en breve desaparecerá.
Mares y ríos de sangre
En el libro de Apocalipsis, la Biblia narra una profecía sobre el período del reinado del Anticristo en la Tierra, diciendo que los mares y ríos se volverían como sangre:
“Fue el primero [ángel] y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen. El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser viviente que había en el mar. El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.” (Apocalipsis 16:2-4)
Esta profecía dice que en ese período, el mar llegará a ser como la sangre y todas las criaturas que viven en él morirán. Y que, de la misma manera, los ríos se volverán rojizos.
La humanidad aún no vive esos momentos, sin embargo, el fenómeno que ocurre en el lago Urmia da una noción de lo que será cuando esto suceda.
Por eso, es muy importante que las personas busquen la Salvación en el Señor Jesús mientras todavía haya tiempo.
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