Con el objetivo de que la presencia de Dios entre en la vida de todos los que Lo buscan, el pasado sábado 10 de septiembre, se llevó a cabo la Vigilia del Espíritu Santo en el Templo de la Fe. A la medianoche el obispo Djalma dio inicio a la Vigilia que marcaría un antes y un después en la vida de quienes quieren a Dios como su prioridad.
El obispo enseñó sobre la importancia de la obediencia a la Palabra de Dios explicando el siguiente pasaje bíblico: “‘He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo…’. La razón por la cual el Señor Jesús está a la puerta y llama, es porque tiene interés en habitar dentro de usted. Él espera ser invitado.
‘… si alguno oye Mi voz…’ Esto quiere decir, si alguien oye la Palabra de Dios. ‘… y abre la puerta…’. Se refiere a obedecer a la Palabra que oyó.
‘… entraré a él, y cenaré con él, y él Conmigo.’. Esto significa que Él quiere entrar en su vida, en su cuerpo y en su ser.
‘Al que venciere, le daré que se siente Conmigo en Mi Trono, así como Yo he vencido, y Me he sentado con Mi Padre en Su Trono.’, (Apocalipsis 3:20). El vencedor es aquel que hace en la tierra lo que Él hizo para tener el derecho de recibir en los cielos lo que Él recibió, que es sentarse en el Trono.
¿Qué hizo Él en la tierra que usted no ha logrado hacer? Si usted quiere llegar adonde Él llegó, entonces debe practicar lo mismo que Él. Antes de buscar el Espíritu Santo, si usted quiere su Salvación, tendrá que seguir Sus pasos.
Delante del Altar usted puede tomar la decisión de vivir en la verdad, de perdonar, de tener buenos ojos, de tener el corazón limpio, de hacer lo que Él hizo en este mundo”.
A continuación el obispo oró por todos los que reconocieron que necesitaban fuerzas para practicar la Palabra.
Todos los presentes se entregaron a Dios y buscaron Su presencia para ser fortalecidos y renovados completamente. Para finalizar, el obispo concientizó acerca de que tener el Espíritu Santo no elimina a los problemas, sino que cambia nuestra relación frente a ellos. La persona bautizada con el Espíritu Santo tiene la fe del Espíritu, la fe basada en la Palabra.
Sin lugar a dudas fue una madrugada en que hubo Salvación porque los presentes estaban dispuestos a obedecer a la Palabra para sentarse en el Trono como lo hizo el Señor Jesús.
[related_posts limit=”17″]