¡Muy fuerte, obispo!
Esta semana he leído y he meditado mucho sobre este tema. Pedro tenía la espada porque no veía a Jesús como Él realmente era. Mientras no veamos quién es Jesús, y eso solo sucede después de un encuentro verdadero con Él, seremos dependientes de la espada.
Yo fui así, hasta el día en el que pasé por una situación difícil en la que mi “espada” no me sirvió para nada. Y entonces tuve que reconocer a Jesús como Él realmente es.
Pienso que el “canto del gallo” es necesario para recordarnos de dónde salimos y hacia dónde no debemos volver, quiénes éramos y quiénes no debemos ser más. Es difícil confiar en quien uno no conoce, por eso hay mucha gente dependiente de sus “espadas”.
Que Dios lo bendiga y le dé mucha salud para continuar con nosotros en esta travesía de la vida.
Anónima
Comentario sobre el post “La espada de Pedro”