La cartelera de un shopping en Belén, capital de Pará, exhibió un contenido diferente de lo habitual. Por causa de algún problema técnico en las computadoras del lugar, la cartelera externa, que debería anunciar ofertas de los negocios, transmitió el contenido de la computadora que uno de los funcionarios estaba usando.
El problema es que él estaba viendo contenido pornográfico, lógicamente escondido de la empresa. Alguien que pasaba por el lugar filmó la exhibición y lo publicó en internet. El establecimiento no hizo comentarios sobre lo que sucedió con el empleado.
No hay nada oculto
La Biblia afirma que “no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz” (Marcos 4:22).
Ciertamente el empleado que vio pornografía en horario laboral pensó que su actitud estaba en secreto. Incluso, como el propio Señor Jesús afirmó, no hay nada oculto que no sea revelado. Aunque los hombres no sepan lo ocurrido, Dios lo sabe, y le exigirá explicaciones sobre aquella actitud.
En su blog personal, el conferencista Renato Cardoso, creador del Proyecto IntelliMen, recuerda que muchos esconden su verdadero carácter delante de la sociedad. Las personas fingen ser lo que no son y no siempre es posible conocerlas realmente. Por eso, él sugiere qué debe hacer para saber quién es realmente una persona:
“Observe su carácter y comportamiento, especialmente entre los que son más cercanos, comenzando por la pareja. En seguida, vea cómo se comporta delante de sus compañeros y subordinados. Y también cómo lidia con las mayores tentaciones humanas: dinero, poder, orgullo, emociones y codicia sexual.”
Basta de esconderse
Casi siempre, quien hace algo oculto sabe que está mal, pero lo sigue haciendo creyendo que nunca será descubierto. Pero es posible cambiar de actitud.
“La buena noticia es que el ayer terminó cuando el reloj dio la medianoche. Hoy es un nuevo día. Eso quiere decir que usted puede decidir, hoy, un nuevo camino para usted. El infiel puede ser fiel. El ladrón puede comenzar una vida honesta. El enfermo puede reanimarse y decidir no morir antes de tiempo. La prostituta puede ser una mujer de Dios. Usted puede cambiar prácticamente todo lo que usted quiera en su vida”, afirma Renato.
Sepa cómo alcanzar esa transformación participando de la reunión del Encuentro con Dios, que se realiza todos los domingos, a las 7 y 9:30h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o en la iglesia más cercana a su hogar.
[related_posts limit=”17″]