Dylan Duran tiene 14 años, estudia en una escuela de Albuquerque, en el Nuevo México, Estados Unidos, y se destacó en las redes sociales por su generosidad. Esto porque, al ver a un compañero de la escuela solo durante el intervalo y comiendo apenas algunos trozos de frutas, él se acercó para saber el motivo.
Al saber que la madre del niño estaba desempleada y no podía prepararle una comida más elaborada, Dylan comenzó, entonces, a reforzar su cantidad de comida, para poder compartir con su compañero. Al principio, su mamá, Jossette, no sabía el motivo, pensaba que él tenía más hambre. Pero, cuando supo el verdadero objetivo, además de agregar más comida al menú, comenzó a enviar, diariamente una tarjeta deseando que ambos tengan un buen día.
La madre del estudiante, que recibió la ayuda, estaba tan agradecida con el gesto de cariño de Dylan que le pidió al director de la escuela que los reuniera, para que pudiera agradecerles personalmente por todo. En el encuentro, ella propuso pagar el material el año que viene, pero la madre de Dylan dijo que no era necesario.
Ayuda al prójimo
Aun siendo tan joven, Dylan pudo ver la necesidad de otro estudiante, y entendió que tenía hacer algo. Su madre, a su vez, fortaleció aquel acto de generosidad, e incluso rechazó cualquier recompensa por lo que hizo, después de todo, hicieron algo sin esperar nada a cambio.
La Biblia dice:
“…Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20.35
La actitud del joven Dylan y de su madre es la esperada por el Señor Jesús. Quien, de hecho, Lo ama, no le desea el mal a un hermano, sino que extiende la mano para ayudarlo.
“Los verdaderos siervos del Señor Jesús están donde Él está, que es entre los afligidos, desesperados, rechazados, adictos, enfermos, deprimidos, víctimas de injusticias y humillados. Esa es la posición y el lugar en el que el siervo de Dios debe estar”, explica el obispo Macedo.
Y usted, ¿qué ha hecho para mejorar la vida de los demás? ¿Quiere hacer más? Participe en uno de los proyectos de la Universal como voluntario. Ingrese aquí, y encuentre una iglesia más cercana a usted e infórmese con el pastor u obispo responsable sobre las acciones sociales que se desarrollan.
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