Ellos cuestan, unos 7 mil dólares y solo son fabricados por pedido. La apariencia es según las preferencias del cliente, con cinco personalidades preprogramadas. De acuerdo con la empresa que los fabrica, las diferencias son: apariencia hiperrealista, textura que simula la piel humana y frases reproducidas cuando los tocan. Sin embargo, aunque se parezcan físicamente a una persona, no son más que robots.
Sin embargo, muchos clientes se olvidan de eso y establecen relaciones sentimentales con ellos.
Douglas Hines, fundador de la compañía que los fabrica, en Estados Unidos, afirma que los robots se han convertido en los compañeros afectivos de las personas porque “nunca traicionarán ni traerán enfermedades a las parejas”, por ejemplo. “Lo que nuestros clientes quieren es amor incondicional” afirmó en una entrevista a un periódico.
A lo que él llama “amor incondicional” es fidelidad y respeto, y esas características son esenciales en cualquier relación. Sin embargo, esas características se “pagan con la misma moneda”. Es decir: para tener fidelidad y respeto, es necesario ofrecer lo mismo al otro.
Asumir un matrimonio con una máquina, como lo están haciendo muchas personas, es esquivar la responsabilidad de ofrecer lo necesario al compañero.
Dar para recibir
“La idea de Dios para el matrimonio fue que el hombre sirviese a la mujer y viceversa. Una competencia sana de quien haría más bien al otro. Eso es el amor de verdad”, explica el escritor Renato Cardoso, autor del libro “Noviazgo Blindado”.
Renato destaca que, en la lógica del Autor del Amor, dar es pedir. “Cuando le doy algo a alguien, aquella persona está endeudada conmigo. Cuanto más le doy mayor es la deuda. Y no hay un ser humano al que le guste estar endeudado – mucho menos que le cobren. Por lo tanto, el camino para recibir es dar y no cobrar. Dar porque es nuestro papel, nuestra responsabilidad. Dar porque creemos en la ley del dar y recibir.”
Así, es posible entender que las personas que están de novias o se casan con robots esperan recibir lo que quieren, sin la responsabilidad de dar. Como resultado, jamás obtendrán un matrimonio completo y, consecuentemente, la felicidad.
Si hay un problema en su vida sentimental, busque la ayuda de Aquel que lo creó a usted y también a quien está apto para estar a su lado como su cónyuge, por toda la vida. Participe en la Terapia del Amor, que se realiza todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, y aprenda el camino para encontrar el verdadero amor.
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