“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de Arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de Arriba, no en las de la Tierra.”
(Colosenses 3:1-2)
Los versículos de hoy no nos orientan a vivir alienados, sino a mantener la mente pura. Estamos en las vísperas de las fiestas que dicen festejar el nacimiento de Jesús. Sin embargo, lo que se ve en las calles son personas enojadas, ansiosas por comprar regalos e ítems para la cena, superpoblando los negocios y supermercados. ¿Quién está pensando en las cosas de lo Alto? ¿Quién está buscando las cosas de lo Alto? Al contrario, están buscando las cosas de este mundo. Eso sirve para tener una noción de la hipocresía de esa fecha, que tiene un origen pagano, aunque venga disfrazada de cristiana (si tiene curiosidad, investigue el origen de la navidad).
Pensar en las cosas de lo Alto es mantener la mente pura. Mantener los pensamientos conectados a los pensamientos de Dios. Vivir por la fe y obediencia a la Palabra de Dios. Lejos de las preocupaciones de este mundo. En medio de los problemas, usar la fe para liberarse de ellos. Actuar de acuerdo con la Palabra de Dios. Actuar en confianza en la Palabra de Aquel que no puede mentir. Ande a contramano de este mundo, sin dejar que las preocupaciones del día a día le roben su fe. Medite diariamente en la Palabra del Altísimo, practique aquello que aprende, día tras día, con su mente conectada a los intereses de Dios, dirigiendo su vida de acuerdo con Su voluntad. Viva por la fe y blinde sus emociones contra el sentimentalismo y el consumismo típicos de esta época del año. Su próximo año será el reflejo de las elecciones que haga hoy.
Mantenga su mente pura.
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Fuente: Libro “El Pan nuestro para 365 días”, del obispo Edir Macedo