Luego de 6 meses del nacimiento de su hija Betsy Ayala (foto de al lado), hoy de 34 años, descubrió la traición de su marido por medio de mensajes en el celular de él. En ese momento pesaba 118 kilos y luchaba contra el exceso de peso.
Según Betsy, lo que más le chocó fue el contenido de las palabras usadas por el marido y la amante. Ellos se burlaban de su peso y le ponían apodos con sarcasmo. Aun derrumbada y sintiéndose humillada, ella encontró fuerzas para separarse y comenzó una dieta. “Dejé de comer lo que comía en el embarazo y lo que comía antes de él”.
El resultado, según Betsy, vino 4 meses después. Hoy, con 47 kilos menos, ella se siente mejor y se casó nuevamente.
La apariencia exterior
Los medios de comunicación han distorsionado, por medio de los comerciales o publicidades, el verdadero padrón de belleza. Que ofrece una imagen perfecta e ideal de las personas y de sus cuerpos que no debiera existir. Durante un episodio del Programa “The Love School – La Escuela del Amor”, la conductora Cristiane Cardoso explicó que la necesidad de la belleza exterior por parte de la mujer es una inseguridad de ella misma. Si ella cree que necesita estar siempre bonita, eso demuestra que lo que ella es no alcanza.
La apariencia exterior tiene mucho que ver con lo que cada persona cree de sí misma. “Cuando la mujer no se ama y no se gusta, eso se deja ver en su exterior”, comenta Cristiane.
El exterior no lo es todo. Es una extensión del interior. “Normalmente, cuando la persona trae la paz y alegría es porque dentro de ella hay un contenido. La belleza es un conjunto de combinaciones, como la delicadeza, que muchas veces falta en muchas mujeres lindas”, explica.
Ojos espirituales
Para ser bella no basta solo con verse bonita con sus propios ojos. Es necesario ver con los ojos de Dios, los espirituales. Solamente Dios es el espejo correcto. “La mujer sabe que debe valorarse, amarse y cuidarse. Pero en la práctica se le hace difícil y es una cuestión espiritual. Después de todo, si ella sabe, ¿por qué no lo hace?” – pregunta Cristiane.
Según ella, no sirve que otras personas, como el hijo o el marido, nos den valor. La persona tiene que valorarse. Y eso solo Dios lo puede hacer. “Usted no aprender eso, es una revelación que Dios le da.”
[related_posts limit=”17″]