En San Pablo, capital, Felipe Farina Garcia, de 25 años, fue detenido bajo sospecha de haber matado a su propia madre.
Testigos le contaron a la Policía Civil que los desacuerdos entre madre e hijo comenzaron desde que Felipe comenzó a afirmar que era el propio Jesucristo, cuestionando la espiritualidad de las personas.
El día del asesinato, Felipe habría atacado a su madre con un cuchillo. Ella, asustada, salió del departamento donde vivían los dos y bajó por las escaleras, tratando de huir. Pero Felipe la siguió, diciéndole que ella estaba poseída, apuñalándola enseguida.
Tres vecinas trataron de ayudar a la mujer, pero dos de ellas también fueron atacadas por el muchacho – ellas sobrevivieron.
Al ser interrogado por la policía, Felipe dijo que no recordaba el momento en que todo sucedió. Los policías contaron que él preguntaba si su madre estaba bien, y siempre que le decían que su madre estaba muerta, el joven comenzaba a llorar.
Atacada con un crucifijo
En la Ciudad de Oklahoma, en Estados Unidos, otro caso reciente se ha destacado, Juanita Gómez, de 49 años, mató a su hija, Geneva Gómez, de 33, con un crucifijo.
Geneva, fue hallada muerta en su casa con lesiones en el rostro y en la cabeza, probablemente causadas por el crucifijo, que Juanita todavía hizo que se lo tragara.
Algunas personas que conocían a la madre y a la hija les afirmaron a las autoridades que las dos vivían muy bien y eran unidas, y que Geneva era “un ángel de persona”.
¿Cómo explicar tragedias como esas del punto de vista espiritual?
Los espíritus malignos toman posesión de las personas que están distantes de Dios para que ellas hagan su voluntad. Y muchas veces incluso utilizan pretextos religiosos para que eso suceda – como fue en los casos de homicidios citados anteriormente.
Es por eso que los que no están bajo la protección de Dios se vuelven presas fáciles para el diablo.
Los demonios pueden entrar a través de diversas maneras a la vida de una persona. “Ya dijimos que los espíritus no tienen tamaño y pueden alojarse de acuerdo a sus preferencias en ciertos lugares del cuerpo humano. Cuando se ubican en la mente, enloquecen a las personas; en las piernas, provocan heridas incurables o deformidades; en el estómago, dolores, úlceras e inflamaciones; y así sucesivamente”, observa el obispo Edir Macedo.
De ese modo, los espíritus malignos utilizan a esas personas para crear tragedias en el mundo.
“Cada una de esas personas será un alma más al servicio de Satanás; una más a ser atraída por los demonios, hasta que Cristo tenga lugar en su vida y la libere completamente de las garras del diablo, y la transforme en una nueva criatura. Antes de que eso suceda, ella sufrirá, muchas veces, sin saber por qué”, aclara el obispo.
Muchas personas no creen en la acción de los espíritus malignos, sin embargo, eso es algo que no tiene que ver con la creencia. Ellos simplemente hacen lo que necesitan hacer para destruir a la humanidad.
Por eso, blinde su vida contra los males espirituales. Busque la presencia de Dios y forme parte de Su dominio.
Participe de una reunión en la Universal más cercana a su domicilio. Consulte las direcciones aquí.
Si usted está deprimido, siente una profunda tristeza o está enfrentando problemas, no pierda tiempo. Acérquese lo antes posible a una Universal, donde además de participar de una reunión, podrá recibir una orientación espiritual para su vida.
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