La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles aumentados de azúcar en sangre y puede dañar las arterias y algunos órganos. La glucosa es un azúcar que proviene de los alimentos que comemos, circula por la sangre para que el organismo obtenga la energía necesaria para desarrollar cualquier tipo de trabajo.
Causas:
Se debe a una alteración en la producción o el funcionamiento de la insulina por el páncreas.
La insulina es una hormona que fabrica el páncreas, cuya misión es facilitar la entrada de los azúcares desde la sangre a las células. Cuando no hay insulina, como en los diabéticos jóvenes, su tratamiento requiere seguir un plan de alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina (diabetes tipo 1).
Cuando no funciona correctamente, como ocurre en los adultos (diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes suele ser consecuencia del sobrepeso, obesidad, la mala alimentación y la falta de actividad física. El azúcar no pasa de la sangre a los órganos y el funcionamiento es deficiente.
Prevención:
Para la diabetes tipo 1 no existe ningún método eficaz por el momento. En la de tipo 2, que es la que aparece con más frecuencia, se puede evitar en gran medida adoptando hábitos saludables como una buena alimentación y la práctica de ejercicio de manera regular.
“Me sentía impotente, estuve a punto de matarme”
Patricia Álvarez vivió situaciones conflictivas. Esto hizo que ella se deprima, sufra dolores de cabeza constantes y comenzara a fumar. El tiempo pasaba y la angustia la volvía una mujer triste y depresiva. Como consecuencia de estos problemas ella comenzó con problemas en los riñones, diabetes, presión alta y problemas cardiovasculares. Pero perseveró en las reuniones y logró que su salud fuera restaurada. Hoy ella disfruta de una vida diferente y goza de una salud excelente porque aprendió a confiar en el poder del Dios Vivo.
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