“Poned la mira en las cosas de Arriba, no en las de la Tierra.” Colosenses 3:2
Muchos viven con el pensamiento fijo en las cosas de aquí, de la Tierra. En la palabra del médico, en una situación desesperante, en la sensación de que no hay solución, en una palabra de duda… No son pocos los que fracasan a causa de eso.
¿De qué sirve decir que tiene fe mientras que lo que ha ocupado su mente son las dudas? Usted solo logrará mantener activa la fe que da resultados si su mente está ocupada con los pensamientos de Dios. Las cosas de aquí, de la Tierra, desaparecen, se deterioran. Los problemas que teníamos ayer ya no los tenemos hoy, y los que tenemos hoy, desaparecerán mañana. Sí, tenemos que luchar, buscar lo mejor de esta Tierra, lo que nos fue prometido. Sin embargo, nuestros pensamientos tienen que estar en las cosas de allá, de lo Alto.
Si usted mantiene su pensamiento en lo que vio en la TV, en el periódico, en la radio, en Internet… en fin, si usted permite que esas informaciones ocupen su mente, será imposible vivir por la fe.
Claro, vivimos en este mundo, es natural informarse, sentir hambre, sed, trabajar, querer tener una vida de calidad. Pero tenga clara la conciencia de que todo eso perece. Lo único que llevaremos después de la muerte es nuestra alma, y nuestra Salvación, si la mantenemos.
Para vivir por la fe, mantenga su mente enfocada en las cosas de Dios, y no en las situaciones del día a día.
Fortalezca su fe, participe del Ayuno de Daniel y de una reunión especial este miércoles en una Universal.
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(*) Fuente: Libro “El Pan nuestro para 365 días”, del obispo Edir Macedo.
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