Rodrigo Alves tiene solo 34 años de edad y está listo para realizarse su 49° cirugía plástica. Hasta mediados de este año él pretende alcanzar el número de 50 intervenciones quirúrgicas, superando el valor de los 475 mil dólares gastados en esos procedimientos.
Conocido como el “Ken humano”, Rodrigo es la estrella de 4 programas de televisión, (dos en Reino Unido, uno en España y uno en Estados Unidos), todos ellos sobre belleza física y moda. El programa filmado en Hollywood, Estados Unidos, por ejemplo, es dedicado exclusivamente a las cirugías plásticas.
Rodrigo cuenta que, cuando era joven, se sentía feo y sufría bullying de parte de sus compañeros de la escuela. Para liberarse de ese sentimiento malo, él comenzó a perfeccionar su cuerpo a través de intervenciones quirúrgicas.
“Era un niño feo y gordo, tenía una nariz grande y larga, y por eso era excluido de la sociedad”, reveló Rodrigo al sitio web británico In Touch Weekly. “Por una limitación genética, mi cuerpo no cambiaba con ejercicios, y la cirugía plástica fue la única solución.”
Sin embargo, el gran número de cirugías le trajo problemas de salud a Rodrigo. El año pasado él casi perdió su nariz. Hoy tiene dificultades para respirar y cuenta que se siente como si siempre estuviera engripado. Aun así, se realizará la próxima cirugía de nariz en febrero, en parte, para resolver esa situación.
Una eterna búsqueda
Rodrigo relata que su autoestima mejoró debido a las cirugías plásticas, que hoy aprendió a amarse y a ser feliz consigo mismo. Sin embargo, aún no está satisfecho con su propio cuerpo y, a pesar de la gran suma de dinero que ya gastó, sigue buscando la “perfección física”.
Pero, ¿es esta una búsqueda que tiene fin?
En su blog, la escritora Cristiane Cardoso, autora del libro “La Mujer V”, nos recuerda que nuestra belleza está más allá de la apariencia. De acuerdo con ella, la belleza se demuestra en un espíritu dócil y tranquilo, no solo en la apariencia física. De esa manera, por más bello que alguien se sienta físicamente, jamás estará satisfecho consigo mismo si no tuviere también un espíritu bello, bien cuidado.
En esa situación, la búsqueda de la “belleza perfecta” proseguirá ininterrumpidamente, ya que la persona está enfocada solamente en la parte física, sin ver la importancia de trabajar en su propio espíritu.
El caso de Rodrigo sirve para que usted reflexione: ¿De qué forma ha buscado la perfección? ¿Quiere una orientación? Entonces acérquese a la Universal más cercana a usted, participe de una reunión y reciba también una orientación de un obispo o pastor. Vea las direcciones aquí.
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