Gustavo: «Tuve una vida muy triste y difícil. Desde muy pequeño comencé a trabajar y, al mismo tiempo, estudiaba. Cuando terminé el colegio secundario, viajé a otra ciudad para trabajar en una empresa que luego quebró.
Conseguí empleo en otros lugares, pero siempre les iba mal a las empresas. Terminaban cerrando o reduciendo el personal. Además, sufrimos la humillación de vivir de prestado y que los dueños de la casa nos trataran mal, a mi esposa y a mí.
Hasta que un día llegué a la Iglesia Universal y comenzó el cambio. Empecé a poner en práctica mi fe y, poco a poco, comenzó a cambiar mi realidad. Tomé la decisión de hacer mi emprendimiento. Dejé el trabajo en relación de dependencia y monté una empresa muy pequeña del rubro técnico, pero creció y sigue creciendo. En la actualidad, les brindamos servicio solo a empresas y a organismos oficiales.
Logramos progresar. Hoy tengo mi casa, pusimos un negocio con mi hija, tengo mi vehículo, puedo comer lo que quiero y disfrutar de mi familia. El cambio no ocurrió de la noche a la mañana, pero usar la fe dio su fruto.
Por eso, invito a las personas a que participen de las reuniones de los lunes. Allí, nuestra visión cambia. Es una oportunidad que Dios nos da y está en nosotros tomarla o dejarla. Cuando uno pone en práctica lo que Dios nos dice, vence los obstáculos del camino. Su vida va a cambiar y será una gran bendición».
Participá este lunes a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a vos, donde podrá conocer los horarios de las reuniones.
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