Vanesa es de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Ella fue víctima de las noticias falsas acerca de la Iglesia Universal. Influenciada por los comentarios negativos que había escuchado, había formado un preconcepto erróneo acerca de las personas que concurren allí, y estaba convencida de que le iban a pedir dinero.
Ella recuerda: «Había escuchado a muchas personas decir que era una secta, un lugar donde te cobraban para entrar, que te sacaban la plata. Por eso, tardé mucho tiempo en concurrir por primera vez».
Una vecina de Vanesa la había invitado en varias oportunidades al observar que ella necesitaba ayuda espiritual. Su situación era muy triste, pero, aun así, se negaba a asistir.
«Mi vida estaba destruida, inmersa en una profunda depresión, tenía vicios, no lograba salir adelante y alcanzar lo que me proponía, había una maldición en mi familia, no avanzaba en mis estudios ni en mi vida sentimental. Además, me había involucrado con una persona mayor porque quería escapar de mi casa», detalla.
DE LA DUDA A LA FE
Sin embargo, llegó un momento en el que, frente a tanto sufrimiento y frustración, decidió probar con algo distinto. «Muchas veces había rechazado las invitaciones de mi vecina para ir a la iglesia, pero un día ella fue a buscarme y esa vez acepté», recuerda.
Después de participar por primera vez de la reunión, Vanesa cambió de opinión. «Allí me di cuenta de que nada de lo que me habían dicho acerca de la Iglesia era verdad. En ningún momento me pidieron dinero. Fue como si se hubiera caído un velo de mis ojos. Entendí que era mentira lo que había escuchado antes».
Fue entonces cuando se inició la transformación en su vida y dejó atrás años de dolor. «Empecé a asistir cada semana y comencé a sentirme mejor, me liberé del odio, de la depresión y de todos los traumas de mi pasado. Hoy soy feliz, recibí el Espíritu Santo y tengo una familia bendecida, gracias a Dios», subraya.
Ella asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Rivadavia 951, Comodoro Rivadavia, Chubut.