– Abraham le pagó los diezmos a Melquisedec antes de que existiera la Ley de los diezmos y de las ofrendas (Génesis 14:20);
– El SEÑOR Dios dijo:
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros Me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué Te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, Me habéis robado. Malaquías 3:8-9;
– El Señor Jesús también les dijo a los escribas y fariseos:
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Mateo 23:23;
– El apóstol Pablo expresó su enojo diciendo:
¿No sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10;
A fin de cuentas, ¿los diezmos (las primicias) y las ofrendas son bíblicos o antibíblicos?
– Si la persona se considera de Dios, pero no es capaz de ser fiel en lo poco de los primeros 10% (primicias de Dios), ¿será fiel en los 100% de su vida en el Altar?
– Si el siervo no tiene fe para servir al SEÑOR con las primicias, ¿tendrá fe para servirlo con toda su vida (100%)?
– Y si no tiene fe para amar y servir al SEÑOR con todas sus fuerzas, con todo su entendimiento y con toda su alma, ¿tendrá fe para recibir el bautismo con el Espíritu Santo?
– ¿Usted cree que los ladrones (no siervos) tienen derecho de ser sellados con el Espíritu del SEÑOR?
– ¿Usted cree que es posible que el siervo del señor de la injusticia o del pecado sea beneficiado por el SEÑOR DE LA JUSTICIA? ¿Sería esto justo a los ojos de Dios?
Las primicias se refieren sobre todo al reconocimiento de JESUCRISTO como PRIMER AMOR, PRIORIDAD Y CONSIDERACIÓN COMO SEÑOR de los que Lo sirven.
Solo el hecho de que el SEÑOR no sea considerado El Primero ya muestra infidelidad del que se dice siervo de Él.
Finalmente, si el Espíritu Santo no convence al “siervo” de su pecado es porque no hay nada que se pueda hacer por él.