La semana prometía ser inolvidable para la actriz Emma Watson. Y realmente lo fue, pero no por el motivo que ella esperaba. La actriz de 26 años, famosa por su papel en la saga “Harry Potter”, estaba estrenando mundialmente una de las películas más esperadas de los últimos años, “La Bella y la Bestia”. Pero, una noticia superó las expectativas de la trama: fotos íntimas de Emma se filtraron en internet.
“Robaron fotos de una sesión de ropa que Emma hizo con un estilista hace 2 años. No son fotografías de desnudos. Los abogados se están encargando y no haremos más comentarios al respecto”, informó el portavoz de la actriz.
Y el caso de Emma no fue el único en los últimos días. También se filtraron fotos en internet de las actrices Amanda Seyfried (“Cartas a Julieta”), Jillian Murray (“Criaturas Salvajes 4”) y Mischa Barton (The O.C.). Sin embargo, en el caso de Amanda y Jillian, las imágenes las muestran desnudas. La situación de Mischa es aún peor, pues además de las fotos sin ropa, hay imágenes tomadas durante relaciones sexuales.
Crimen recurrente
Hay casos de criminales condenados incluso a prisión por exponer la privacidad de otra persona de esa manera, pero eso no inhibe a los que tienen malas intenciones: hombres que abusan de la confianza de las mujeres al divulgar fotos que eran solo para ellos, o los que tienen conocimiento tecnológico para invadir celulares y computadoras personales y robar esas imágenes.
Conociendo esta avalancha de crímenes virtuales cometidos contra la intimidad de las mujeres, se debe tener cuidado.
“Hay que entender la importancia de tener límites en todo en la vida. Estamos acostumbrados a establecerle límites a los niños, pero los adultos son los que los necesitan más”, afirma la escritora Cristiane Cardoso, autora del best seller “La mujer V-Moderna a la moda antigua”.
Este límite debe ser la frontera que separa lo saludable, beneficioso para cada uno, de los comportamientos que pueden, futuramente, acarrear algún mal. Cristiane explica que, “independientemente si existe alguien vigilándonos o entrando a nuestros emails y mensajes, nuestra manera de vivir debe estar libre de todo lo que pueda ensuciar nuestra conciencia.”
Así que, la próxima vez que alguien le sugiera que sacarse fotos íntimas o que haga videos, o usted mismo decida hacerlos, piense mucho sobre las consecuencias que ese acto puede acarrear.
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