El Santuario transformó completamente a su hija
Susana: “Mi familia estaba atravesando un momento muy difícil debido al comportamiento de mi hija Melanie, ella era una chica muy rebelde, con un carácter muy agresivo y tenía vicios de cocaína, alcohol y marihuana.
Cada vez empeoraba más la situación porque me mentía, me decía que se iba a dormir a la casa de sus amigas y al otro día cuando regresaba me daba cuenta de que ella venía de los boliches en muy malas condiciones por el efecto de las drogas y el alcohol.
Tuve una oportunidad de rescatar a mi hija y no lo dudé. Hice un voto con Dios y presenté mi pedido en el Santuario, y desde el Santuario Dios me respondió. Hoy mi hija es completamente diferente porque Él la transformó, ya no consume drogas ni alcohol. Puedo afirmar que ella tiene una buena conducta, es cariñosa, ahora podemos dialogar con ella porque es otra persona. Valió la pena luchar por su transformación”.
Su cuerpo fue restaurado al pasar por el Santuario
Mirta: “Realmente estaba con mucho dolor en los ovarios y en los riñones, había mucha inflamación y me descompensaba porque no podía descansar a la noche. El médico me hizo un chequeo ginecológico y me encontró un quiste que me tomó todo un ovario. Entonces, debido a ese resultado el médico me dijo que debía hacerme una cirugía. Yo dije que sí, porque no soportaba los dolores. Me realizan la cirugía, me extirpan el ovario junto con el quiste y me queda un solo ovario. Determiné, hablé con Dios en el Santuario pidiéndole una oportunidad para que restaurara mi cuerpo por todos los dolores que venía sintiendo. En ese momento hice un voto con Dios y Él respondió el deseo de mi corazón porque cuando regresé al médico para hacerme un chequeo para ver cómo estaba todo, me encuentro con una gran sorpresa: tengo los dos ovarios completos, intactos, como si nunca me hubieran hecho la cirugía. Fue un verdadero milagro, Dios me curó y restauró mi cuerpo”.
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