Conocer la Biblia es muy importante para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
Levítico 23
1 Habló el Señor a Moisés, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes del Señor, las cuales proclamaréis como santas convocaciones, serán estas:
3 Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es del Señor en dondequiera que habitéis.
4 Estas son las fiestas solemnes del Señor, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos:
5 En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es del Señor.
6 Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura al Señor; siete días comeréis panes sin levadura.
7 El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
8 Y ofreceréis al Señor siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis.
9 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante del Señor, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá.
12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto al Señor.
13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida al Señor en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin.
14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en dondequiera que habitéis.
15 Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán.
16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano al Señor.
17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para el Señor.
18 Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto al Señor, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para el Señor.
19 Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz.
20 Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante del Señor, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada al Señor para el sacerdote.
21 Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
22 Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo el Señor vuestro Dios.
23 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.
25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida al Señor.
26 También habló el Señor a Moisés, diciendo:
27 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida al Señor.
28 Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante del Señor vuestro Dios.
29 Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.
30 Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo.
31 Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis.
32 Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.
33 Y habló el Señor a Moisés, diciendo:
34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos al Señor por siete días.
35 El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida al Señor; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida al Señor; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.
37 Estas son las fiestas solemnes del Señor, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida al Señor, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo,
38 además de los días de reposo del Señor, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar al Señor.
39 Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta al Señor por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo.
40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante del Señor vuestro Dios por siete días.
41 Y le haréis fiesta al Señor por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis.
42 En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos,
43 para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo el Señor vuestro Dios.
44 Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes del Señor.
Salmos 30
1 Te glorificaré, oh Señor, porque me has exaltado, y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
2 El Señor Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Señor, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
4 Cantad al Señor, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
6 En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido,
7 Porque tú, Señor, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado.
8 A ti, oh Señor, clamaré, y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
10 Oye, oh Señor, y ten misericordia de mí; Señor, sé tú mi ayudador.
11 Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. El Señor Dios mío, te alabaré para siempre.
Eclesiastés 6
6 Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.
3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él.
4 Porque éste en vano viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto.
5 Además, no ha visto el sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél.
6 Porque si aquél viviere mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿no van todos al mismo lugar?
7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.
8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
9 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
10 Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él.
11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
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