Con el avance de los smartphones, el hábito de tomarse selfies (fotos de sí mismos) y publicarlas en las redes sociales se ha convertido en una fiebre, principalmente entre los jóvenes. Sin embargo, esa práctica ha favorecido a una situación más grave: la constante insatisfacción por la foto, denominada selficidio.
El término fue creado para relatar un síntoma del Trastorno Dismórfico Corporal (TDC). Este disturbio se caracteriza cuando hay una distorsión en la manera cómo la persona se ve. “El selficida es aquella persona que se toma selfies hasta encontrar a una que considera perfecta, pero nunca la encuentra. Ella vive insatisfecha con lo que ve, porque exige un modelo de imagen que nunca podrá alcanzar”, explica la psiquiatra Carla Mesquita Souza.
Para quien aún no ha escuchado hablar del problema, el comportamiento puede parecer una broma o juego. Sin embargo, se trata de una condición grave. Al comienzo del año, por ejemplo, una joven india de 18 años se acercó a un instituto médico de la India diciendo que tenía una deformación en la nariz. Ella se preparaba para realizarse una cirugía por estar siempre insatisfecha con su rostro. Sin embargo, el médico que la atendió percibió que había algo que estaba mal en su comportamiento. Después de diagnosticar que la joven tenía el trastorno, el especialista consideró que la intervención no sería necesaria. “Ella quería tener la certeza de que estaba linda a lo largo del día y, por eso, buscaba la opinión de las personas publicando muchas fotos en sus redes sociales como Instagram y Facebook”, le dijo al sitio británico Daily Mail.
En la misma semana, otros tres jóvenes también se habían presentado en el hospital de la India Sir Ganga Ram con síntomas de ansiedad provocados por el trastorno de la autoimagen y por la actitud compulsiva de tomarse selfies.
Además del Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) también es muy común entre los selficidas. “La obsesión por la foto perfecta hace que las personas se tomen la selfie innumerables veces. Ella saca la foto, la borra, la saca de nuevo, edita las imperfecciones, etc.”, dice la psiquiatra.
Ella destaca que la preocupación exagerada por un defecto, sea real o imaginario, hace que las personas se vuelvan dependientes de ese tipo de acto. “Ellas sienten la necesidad de hacer poses frente al celular para encontrar el mejor ángulo que esconda sus imperfecciones.”
Consecuencias
A pesar de ser muy común actualmente, el selficidio presenta síntomas muchas veces ignorados por quien los tiene. De acuerdo con una investigación de la Asociación de Psicología Norteamericana, alrededor del 60% de las mujeres con ese comportamiento no lo percibe.
El psiquiatra Romero Carlos Dutra destaca que ese trastorno afecta a adultos de ambos sexos, pero por lo general suele manifestarse principalmente en mujeres y más entre los 12 y 20 años de edad. “Los adolescentes son los más afectados, porque siempre están queriendo la aceptación de su propia imagen. Ellos publican selfies, ya editadas en programas de edición, en la espera de muchos ‘Me gusta’ para sentir la aprobación de las personas.”
Otro factor que desencadena este disturbio está asociado a los estándares de belleza impuestos por la industria de la moda y de la publicidad. Muchos jóvenes se reflejan en parámetros irreales y los usan como base de comparación, lo que genera mucho sufrimiento.
Las muchas posibilidades de cambiar el cuerpo también influyen en este comportamiento. “Hoy en día hay muchas opciones de procedimientos estéticos. Entonces, las personas quieren ‘transformarse’ para encajar en aquello que ven como modelo”, comenta el psiquiatra.
Generalmente, el selficidio le trae grandes perjuicios a la vida, como la anorexia y hasta pensamientos de suicidio. “Al no alcanzar la perfección en las fotos, la expectativa de las personas se frustra, un factor desencadenante de la depresión”, afirma Carla.
Además, la persona que sufre ese disturbio es frágil emocionalmente y vulnerable. Debido a eso, ella presenta baja autoestima y problemas de relación.
Acéptese
Entender cómo funciona este disturbio hace que el selficida comience a reconocer ese comportamiento para, entonces, comenzar a controlar sus actitudes.
Es un hecho que nos guste más una parte de nuestro cuerpo que otra, así como hay algunos rasgos de nuestra personalidad que nos agradan y otros que no. Sin embargo, debemos aceptarnos como somos. Lo que no significa no querer cambiar o evolucionar, sino concentrarnos en lo que amamos en nosotros mismos. Es importante buscar referencias para mejorar como persona interiormente, pero no permita cambiar características que fueron creadas para usted.
Resalte sus cualidades y no caiga en la trampa de la comparación. Usted solo saldrá ganando por eso.
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