La Justicia de Estados Unidos, a través de documentos, reveló que, en el momento de la muerte del cantor Prince, en abril de 2016, se encontraron varias sustancias en su casa, que solo podrían haber sido compradas con prescripción médica.
La mayoría de estas sustancias eran analgésicos que estaban disfrazados en lugares como potes de vitaminas. Esta revelación refuerza la tesis de que Prince abusó de las sustancias recetadas no solo aquel 21 de abril, sino que realmente era adicto a los medicamentos recetados.
Uno de esos empleados, Kirk Johnson, confesó a los investigadores que Prince luchaba contra la adicción a las drogas legales.
Veneno legalizado
Los remedios existen para ayudar a las personas enfermas. Sin embargo, muchos terminan abusando de ellos y convirtiéndose en esclavos de los medicamentos. Toman medicamentos para dormir, para despertarse, para el dolor de cabeza, para tener hambre, para no tener hambre, para no deprimirse, para adelgazar. Son tantos los tipos de drogas que se venden en las farmacias que se creó el hábito de ingerir las sustancias sin antes consultar a un médico.
La adicción a los remedios es tan peligrosa como la adicción a la cocaína o a otra droga prohibida. La diferencia es que la persona tarda más en darse cuenta de que es adicta, lo que puede conducir a tragedias, como en el caso de Prince. Por eso la familia es tan importante en esos momentos.
Batalla espiritual
Hay que entender que la adicción del familiar no es falta de carácter, mala conducta o un problema de comportamiento, sino un espíritu que domina la mente del adicto. “Sabiendo eso, se comienza a entender que la batalla es estrictamente espiritual y que la familia debe luchar con todas las fuerzas para librar a su familiar del dominio de ese espíritu”, afirma el obispo Edir Macedo.
Si la lucha es espiritual, el arma para vencerla, consecuentemente, debe ser espiritual también. El Tratamiento Para la Cura de los Vicios ha demostrado que Dios es capaz de derrotar cualquier adicción.
“Ya hay miles de personas curadas definitivamente”, afirma el obispo. “Lo que la familia debe hacer es venir al tratamiento, creer, perseverar y obedecer. Así, ella tendrá de vuelta a su familiar transformado.”
Si usted o alguien de su familia es adicto a los medicamentos o tiene otra adicción participe del Tratamiento Para la Cura de los Vicios, que se realiza en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o vea aquí las direcciones de las iglesias donde se lleva a cabo el tratamiento.
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