Conocer la Biblia es muy importante para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
Números 25
1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor del Señor se encendió contra Israel.
4 Y el Señor dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante el Señor delante del sol, y el ardor de la ira del Señor se apartará de Israel.
5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.
6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.
7 Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
8 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
10 Entonces el Señor habló a Moisés, diciendo:
11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.
12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.
14 Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
15 Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
16 Y el Señor habló a Moisés, diciendo:
17 Hostigad a los madianitas, y heridlos,
18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.
Salmos 68
1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen.
2 Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.
3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.
4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él.
5 Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada.
6 Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra seca.
7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah)
8 La tierra tembló; también destilaron los cielos ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad exhausta tú la reanimaste.
10 Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
11 El Señor daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.
12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, y las que se quedaban en casa repartían los despojos.
13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí, fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.
15 Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.
16 ¿Por qué observáis, oh montes altos, al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente el Señor habitará en él para siempre.
17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; el Señor viene del Sinaí a su santuario.
18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.
19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación. (Selah)
20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y del Señor el Señor es el librar de la muerte.
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la testa cabelluda del que camina en sus pecados.
22 El Señor dijo: De Basán te haré volver; te haré volver de las profundidades del mar;
23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros.
24 Vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
25 Los cantores iban delante, los músicos detrás; en medio las doncellas con panderos.
26 Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos, los príncipes de Judá en su congregación, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.
28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.
29 Por razón de tu templo en Jerusalén los reyes te ofrecerán dones.
30 Reprime la reunión de gentes armadas, la multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.
31 Vendrán príncipes de Egipto; etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.
32 Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor; (Selah)
33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antiguedad; he aquí dará su voz, poderosa voz.
34 Atribuid poder a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos.
35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.
Isaías 15
1 Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.
2 Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba rasurada.
3 Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus plazas aullarán todos, deshaciéndose en llanto.
4 Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los guerreros de Moab, se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
5 Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
6 Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba, se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
7 Por tanto, las riquezas que habrán adquirido, y las que habrán reservado, las llevarán al torrente de los sauces.
8 Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido, y hasta Beer-elim su clamor.
9 Y las aguas de Dimón se llenarán de sangre; porque yo traeré sobre Dimón males mayores, leones a los que escaparen de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra.
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