El trabajo que el Grupo de Evangelización Carcelario realiza en las cárceles de Mozambique (país situado en el sureste del continente africano y que hoy tiene una población carcelaria estimada en más de 19 mil detenidos) ha sido bastante intenso desde hace por lo menos 10 años.
El actual coordinador del grupo es el obispo mozambiqueño Paulo Júnior, que está en la Universal hace 24 años y hace la obra de Dios en el Altar hace 22 años.
Según el obispo, las acciones del grupo están presentes en 18 unidades penitenciarias del país, una de ellas es la Cadeia Central de Maputo (capital), donde hoy, hay un total de 4.353 presos, según los últimos datos recibidos.
El lugar es conocido también como Establecimiento Penitenciario Provincial de Maputo y fue fundado en 1950. Allí, todos los martes, a las 9 h, la Universal realiza reuniones especiales con los detenidos.
En una de ellas (foto de arriba), más de 700 presos participaron. Y así ha sido semanalmente.
“Muchos de los que se encuentran allí son presos reincidentes, pero desean cambiar y, a través de estas reuniones que hemos hecho, han reconocido que la única manera es entregándose a Jesús”, explica el obispo. “Hemos realizado el tratamiento con la ‘gota del milagro’ en el agua, porque es un lugar donde muchos se enferman, entonces, todos los martes consagramos las botellas para los que tienen problemas de salud y determinamos la cura.”
Gran bautismo y nueva iglesia
El trabajo del Grupo de Evangelización Carcelario ha crecido a un ritmo bastante satisfactorio, tanto que, en julio, habrá un gran bautismo en las aguas que está siendo preparado para que se realice en la Cadeia Central de Maputo, y cerca de 713 hombres ya dieron sus nombres manifestando el deseo de entregar su vida a Dios. “Una iglesia también está en la etapa de legalización en este mismo lugar”, añade el obispo.
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