Permanecer quieto o seguir adelante. Seguir llorando o decidir sonreír. Debilitarse o, en la dificultad, encontrar una solución. Ir a la lucha o entregarse en la guerra. Usted es quien elige lo que debe o no hacer.
En una reunión realizada en el Templo de Salomón, el obispo Edson Costa explicó sobre el poder de decisión y la fuerza que tiene delante de las situaciones. “Este es el mayor poder que Dios ha puesto en sus manos, y usted no se lo puede entregar a nadie”, resaltó.
Según el obispo, las personas que hoy en día están sufriendo, en su gran mayoría, dejaron que otra persona decida sus vidas. Por eso, los demás deciden cuánto ganan, cuántas horas trabajan por día, lo que comen y lo que visten. “Las otras personas les dictan las reglas. Porque ellas tomaron el poder de decisión y lo entregaron en las manos de alguien.”
No permita que eso suceda, o continúe sucediendo, en su vida. Nuestra vida está basada en decisiones, y el poder de decidir su vida es exclusivamente suyo, de nadie más. “Es algo suyo, particular, y que Dios le dio.”
¿Cuándo sucede lo imposible?
El obispo hizo hincapié en que, a partir del momento en que nos despertamos, al abrir los ojos, ya tomamos la primera decisión. Cuando usted decide levantarse y luchar, entonces ya está a mitad de camino. Es posible que algo no salga como estaba planeado, sin embargo, una vez más, le toca a usted elegir.
“¿Quién recibió una noticia mala hoy? – preguntó el obispo durante la reunión. Según él, la mala noticia tiene dos impactos: la decisión de llorar o de enfrentar y cambiar el resultado. “Todos sentimos miedo delante de una mala noticia. Pero el problema no es sentir miedo, sino ser dominado y vencido por él. Lo imposible sucede cuando usted escucha la voz de la fe.”
Decida no entregarse.
Si necesita ayuda para aprender a confiar más en usted y dejar de escuchar lo que los demás dicen, ingrese aquí, encuentre una Universal más cercana a su casa y participe de las reuniones.
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