Todos quieren justicia, pero no todos la buscan. En su blog, el Obispo Macedo explica que existen razones para que muchos no busquen la justicia. Una de ellas es que, a pesar de que existen leyes humanas, hay injusticias que ninguna de estas puede resolver. Qué ley puede hacer que su marido abandone a la amante o su hijo deje las drogas.
Otros, no buscan justicia porque no conocen sus derechos. También están los que dicen que es cara, ya que se necesita un buen abogado, tiempo para acompañar el proceso y esperar el veredicto. Todo eso demanda horas, gastos y no existen garantías de éxito.
Algunos confían en la justicia de Dios y por eso, piensan que es automática. Cuántos son los que pasan por una injusticia y creen que están en las manos de Dios. Por otro lado, la justicia de los hombres y la de Dios, no llegan sin que se pelee por el caso.
La Biblia explica en el libro de Isaías 41:21: “Alegad por vuestra causa, dice el Señor; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob”.
El Señor actúa en nuestra vida y en Lucas 18:7-8 quedan claras las condiciones para que eso suceda: “¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”.
En esa fe se realizó la Campaña de la Justicia en la Universal, inspirados en el pasaje bíblico: “Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el Señor.”, (Salmos 4:5). Si ha sufrido injusticias y no sabe cómo resolverlas: Dios puede juzgar su causa, pero usted, necesita buscarlo.