Nadie puede recibir el bautismo con el Espíritu Santo si tiene resentimientos contra alguien.
El perdón de Dios depende de nuestro perdón.
Es mandamiento de Jesús:
“Porque, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si, no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Mateo 6:14-15
Pero, ¿cómo perdonar si no siento ganas, si no logro olvidar el mal que me fue hecho?
¿Cómo puedo obligar a mi corazón a perdonar?
No puede. Nadie logra controlar los impulsos del corazón. Él es rebelde contra Dios, ¡cuánto más con nosotros!
¿Cómo obedecer entonces al Señor Jesús y perdonar?
El corazón puede ser lo que sea, pero él jamás controla la razón cuando la persona es decidida.
Use su intelecto y ore por ella. Mencione su nombre delante de Dios, pídale que la bendiga y cosas de ese tipo…
Aunque el corazón grite, patalee y sienta odio, lo importante es que usted use la razón, el intelecto, y OBEDEZCA a la Palabra de Jesús y pronuncie palabras de bendiciones para la otra persona.
Es obvio que el Espíritu Santo, mediante ese esfuerzo de fe, eliminará instantáneamente los sentimientos del corazón.
Usted se libera del cáncer del alma, recibe el perdón de Dios y el bautismo con el Espíritu Santo.