Cecilia: “Descubrí que mi hijo estaba involucrado en la droga cuando tenía 16 años. Consumía cocaína y LSD. Un día me levanto a la madrugada y veo que no estaba, se había escapado. Salgo a buscarlo a la calle y lo encontré con un porro en la mano. Empecé a ver conductas raras en él. Hasta que me cuenta que ya no podía más y decidí buscar ayuda en tratamientos. Primero lo llevé a una comunidad y no resultó, duró menos de dos meses. Después tuvo 10 internaciones psiquiátricas y tuvieron que medicarlo. Cada vez que salía de ellas, volvía a recaer, se escapaba constantemente. Llegué a la Iglesia y escuché hablar de la Cura de los Vicios. Fue una lucha porque tuvo dos recaídas, pero no me detuve, seguí adelante porque yo sabía que Dios lo iba a sanar”.
Julián: “Yo estaba mal porque consumía. Me escapaba y gastaba toda la plata, cuando no tenía más vendía las zapatillas. En la última recaída estuve al borde de la muerte, mezclé cocaína con alcohol y marihuana. Llegué en un estado terrible a mi casa, tenía alucinaciones. En un momento, me vi a mí mismo y quién era, no me gusté. Tenía un paquete de cigarrillo en mi mano y me acuerdo de que lo rompí todo. Empecé a venir a la Iglesia y perseverando me liberé de los vicios y del orgullo que había en mi interior”.
“Valió la pena haber luchado, hoy él es una persona totalmente diferente. Nunca desistan de sus hijos o parientes, porque con Dios se puede”, concluye Cecilia.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
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