Muchas personas piden oración, pero son pocas las que realmente obedecen la Palabra de Dios de la cual hablamos. Por eso, muchas que están llenas de oraciones no ven ningún resultado significativo en sus vidas, mientras que otras, sin pedir ninguna intercesión, alcanzan las bendiciones de Dios debido a las actitudes y decisiones de fe que toman delante de Él.
¡No tercerice su fe! Usted tiene la capacidad de cambiar su vida a través de UNA oración y una actitud: las suyas.
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