¿Cómo reacciona al recibir una mala noticia? ¿Qué decisión toma al escucharla? Antes de seguir con la lectura, respóndase a sí mismo estas preguntas.
Ahora bien, les describiremos dos tipos de personas: las sentimentales y las racionales.
Las sentimentales
En este grupo se encuentran las personas que reaccionan de manera impulsiva, sin medir previamente las consecuencias de sus acciones, y toman decisiones de acuerdo con su estado de ánimo. Si un día están tristes, todo lo que hagan será de manera desmotivada, o canalizarán sus angustias en las redes sociales y compartirán sus sufrimientos con las demás personas, porque consideran que recibirán contención y alivio.
Además, al ser impulsivas y susceptibles, fácilmente se involucrarán en problemas familiares o laborales y harán que la convivencia con su entorno se vuelva conflictiva.
Cuando el maligno no es su único enemigo
Hay otro enemigo que es tan cruel como Satanás, que desea ilusionarlo para que caiga en sus trampas, y así destruirlo: el corazón.
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9)
En otro pasaje bíblico se encuentra lo siguiente:
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44)
Es decir, tanto el corazón como el diablo son perversos por igual: ambos engañan. Cuando un problema surge, el corazón hace que la persona se deje llevar por la ansiedad y la preocupación, y a partir de ese momento comienza a tener malos pensamientos y actitudes precipitadas.
Las racionales
Sin embargo, las personas que piensan antes de actuar son las racionales. A pesar de tener sentimientos no son sentimentales porque no reaccionan de acuerdo con los que sienten, sino a lo que creen. El que es racional no teme las malas noticias, ni mucho menos se deprime si algo no sale como lo había planeado, sino que es consciente de que Dios tiene el control de todas las cosas.
“… no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” (Deuteronomio 31:6)
Si usted se identificó como una persona sentimental, sepa que dependerá de usted convertirse en una persona racional. Solo es necesario que reflexione antes de tomar una actitud precipitadamente.